Salud

Cardiólogo poblano crea versión mexicana de Código Infarto

Cardiólogo poblano crea versión mexicana de Código Infarto
Por Staff | Lunes, Enero 26, 2015 |
El medico Juan Carlos Pérez Alva es autor de 70 textos especializados y líder de opinión entre las grandes firmas farmacéuticas

Una transfusión de dinamismo e innovación médica aporta al ámbito de la cardiología en Puebla la experiencia del joven doctor Juan Carlos Pérez Alva, creador de la versión mexicana de Código Infarto, protocolo que se activa para salvar vidas sin rebasar los 90 minutos. Su éxito propició que organismo internacional, Stent for Life, referente europeo en temas cardiacos, lo reconociera en diciembre de 2014.

Resultado de una prolífica carrera, que inició tras su estancia en el hospital Clínic de Barcelona, España, el esquema adaptado por Pérez Alva para los nosocomios de los Servicios de Salud del Estado de Puebla (SSEP) se replicó en otras entidades.

San Luis Potosí, Jalisco, Yucatán, Baja California, son algunas de las localidades en las que se sigue el programa del cardiólogo, quien recientemente fue partícipe del arranque oficial de Código Infarto Chiapas, esto en los primeros días del 2015.

Pero eso no es lo único obtenido por el actual director del Instituto Cardiovascular de Puebla, quien es investigador nacional en cardiopatía isquémica y calificado como líder de opinión entre las grandes firmas farmacéuticas.

Elsevier, la mayor editorial mundial de textos de literatura científica y medicina, le editó tanto la primera como la segunda parte de su obra bibliográfica “Cardiología en el Área de Urgencias”, un manual especializado para los estudiosos de la salud.

Juan Carlos Pérez Alva cuenta con una veintena de capítulos para libros y más de cincuenta artículos publicados en revistas del ramo médico, varias de ellas traducidas al idioma inglés.

El carisma y el entusiasmo que denota el también Jefe de Cardiología y de la Unidad de Hemodinamia en los SSEP, al hablar sobre su profesión, se hicieron evidentes durante la charla que sostuvo con e-consulta.

Pérez Alva considera que se debe estar enamorado de lo que se hace, sea cual fuere el ámbito en el que uno se desarrolle.

Este 19 de enero el cardiólogo sumó un logro más a su hoja de vida: junto con un equipo de siete especialistas realizó con éxito el segundo implante de válvula aórtica sin cirugía de corazón abierto que se practica en Puebla, la primera de éstas la ejecutó a un octogenario en octubre del año pasado, experiencia que compartió en las redes sociales.

La importancia del método arriba citado, conocido en el argot médico como Implante Percutáneo de Válvula Aórtica (Tavi Corevalve por sus siglas en inglés), permite introducir un dispositivo que hace la misma función de una válvula cardiaca sin necesidad de anestesia general, ni incisiones en el pecho, como lo son las operaciones a corazón abierto.

Código Infarto Puebla

“Tiempo es músculo”, dice una máxima de la cardiología. En esta frase se resume la importancia que adquieren los segundos para el paciente que enfrenta un Infarto Agudo al Miocardio (IAM), padecimiento que al igual que en el resto del mundo, en Puebla es la causa número uno en muertes, explicó Pérez Alva.

Cada minuto que se pierde es también un pedazo de corazón (músculo cardiaco) que desaparece, una atención temprana marcará la diferencia entre la vida y la muerte. Lo ideal es que el paciente reciba atención médica en menos de 90 minutos.

Por esta razón, en 2007 el Jefe de cardiología de los SSEP, arrancó la parte teórica del programa conocido como Código Infarto, capacitando a los más de 300 elementos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA) perteneciente al sector salud. Sin embargo, a medida que se fueron conociendo de sus bondades, el alcance del programa, dijo, se fue haciéndose exponencial.

Para 2010, cuando inició la parte operativa de su protocolo, recordó, decenas de paramédicos de otras instituciones poblanas como Cruz Roja o nosocomios privados que así lo solicitaron, recibieron el adiestramiento y comenzaron a aplicarlo siguiendo los puntos básicos de los que se ejecutan no sólo en Estados Unidos de Norteamérica, sino además en países europeos.

A grandes rasgos, el esquema es el siguiente: cuando la ambulancia llega a la casa del paciente, los paramédicos toman un electrocardiograma ante la sospecha de un posible infarto, capturan la imagen con un teléfono celular y lo envían a través de la aplicación WhatsApp a alguno de los ocho médicos del área de cardiología de los SSEP, detalló el experto.

Cabe mencionar que en estos casos es recomendable dotar de manera preventiva de una pastilla de acido acetilsalicílico de 500 miligramos, para reducir el riesgo de arritmia ante la eventualidad de un ataque al corazón.

En lo que respecta al Código Infarto los paramédicos adoptan las medidas de atención pre hospitalarias que establece el protocolo de Pérez Alva.

Si el especialista en turno determina que el paciente atraviesa por un paro cardiaco se activa el plan, acelerando los servicios de tal forma que el enfermo no peregrine de hospital en hospital.

En caso de que no cuente con algún tipo de seguridad social que le brinde la atención médica, el traslado del afectado se hace a los SSEP, con el consentimiento previo de los familiares.

Ahí ya lo esperara el grupo de cardiólogos que encabeza Pérez Alva para iniciar el procedimiento que destape la arteria.

En promedio 8 infartos diarios

Según lo dicho por el entrevistado, hasta antes de Código Infarto en el área de los SSEP se atendían un par de paros cardíacos a la semana, pero una vez establecido el programa, actualmente llegan a detectarse entre seis y ocho infartos diarios. “Es un número brutal, es inmenso”, refirió.

Tan sólo en la segunda quincena de 2014, en los SSEP se realizó el cateterismo número ochocientos. La tendencia señala que es en los meses de diciembre y enero cuando se suscitan el mayor número de casos de IAM. Aclaró que no es que haya un incremento epidemiológico, sino más bien procesos de detección más eficaces.

Al parecer las cuestiones emocionales que generan las fiestas navideñas hacen que se conjuguen ciertos factores como la depresión con las enfermedades cardiovasculares, si a ello se agrega que la gente desconoce de los síntomas de una enfermedad silenciosa como lo es la obstrucción de la arteria, los infartos estarán a la orden del día.

El paro cardiaco comienza a registrarse con mayor frecuencia entre la población económicamente activa y a edades más tempranas, incluso en personas de 30 años, generando en el servicio particular, un costo promedio para los pacientes de entre 150 mil a 200 mil pesos el tratamiento quirúrgico.

A decir del médico, la mayoría de los pacientes atendidos mediante Código Infarto se han salvado, pero no siempre la historia tuvo un final feliz.

Los decesos también se hicieron presentes, aunque no se precisó la cifra de cuántos, indicó que en ocasiones mucho depende del tratamiento previo que dieron a su padecimiento los afectados.

2015 año de consolidación

El pasado 12 de diciembre de 2014, la iniciativa Stent for Life le dedicó la portada de su boletín número 14 al Código Infarto Puebla, a manera de reconocimiento a este programa adaptado por el cardiólogo, calificándole como “la experiencia pionera en Latinoamérica”.

Por otra parte, el doctor, quien siendo un niño en la década de los setenta encontró fascinación en el mundo de la cardiología al ver en televisión la primera cirugía mundial de bypass que hizo el doctor argentino René Gerónimo Favaloro, mantendrá en el año que inicia la consolidación de la Unidad de Investigación Cardiovascular de Puebla, para el sector privado.

A través del programa de Competitividad e Innovación México–Unión Europea (Procei) se pretende que esta unidad poblana sea una de las 40 que se avalarán mediante el ISO 9000 y con ello podrá realizar investigación clínica para la industria farmacéutica internacional, así como para las compañías de investigación por contrato.

Actualmente en México operan formalmente seis de esas áreas pero la idea es que exista una Red Mexicana de Unidades de Investigación Clínica, programa que cuenta también con la participación de El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) campus ciudad de México.

En lo que respecta al servicio público de salud, su intención es realizar el primer trasplante cardiaco en la historia del sudeste.

Para el doctor, formado en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) al igual que en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, los retos son grandes pero en la vida siempre hay que enfrentarlos. “Cuando una puerta se cierra, se abren mil ventanas”, concluyó el especialista.

También puedes leer contenido acerca de...