Hasta el día 13 de diciembre pasado el estado de Puebla se gobernaba con odio, con odio, con odio y con odio. Nuestro estado era un caos, no hubo seguridad. No hubo obra pública, no hubo estrategias para un buen gobierno, no hubo gasto para la salud de los poblanos, en resumen: no hubo gobernabilidad ni gobernanza.

Lo que sí hubo fue persecución y órdenes de aprehensión a los opositores a Barbosa. Sí hubo incapacidad para gobernar el estado, se dice que sí hubo muchos moches, sí hubo chismes; lo que también estoy seguro que sí hubo fue el peor gobernador contemporáneo en Puebla. Para mí superó fácilmente a Mario Marín, el “gober precioso”.

A dos meses de la muerte de Miguel Barbosa, el nuevo gobernador ya se reunió con los empresarios y firmó la pipa de la paz. Porque para Barbosa el ser empresario era sinónimo de delincuente y mientras tanto los delincuentes reales se afianzaron en Puebla. En esa reunión que fue muy productiva se fincaron las bases para una nueva relación sin odios.

Sergio Salomón Céspedes también ya se reunió con la dirigencia, legisladores y principales actores del Partido Acción Nacional, en la cual se inició la construcción de una nueva relación sin hostigamiento del principal partido de oposición al actual gobierno estatal. En esta reunión no hubo odios.

También el gobernador de Puebla ha realizado giras de trabajo por varios municipios, donde escucha las necesidades y promete atención inmediata a esas problemáticas. En estas reuniones no se manifiestan los pobladores y en consecuencia desde el presídium y en el uso del micrófono fue sin odios.

Escucho de muchos de mis paisanos buenos comentarios y buen ánimo hacia el actual gobierno y no es porque en solo dos meses haya hecho el nuevo gobernador obras y acciones milagrosas en cuanto al tiempo de ejecución. Este efecto positivo es en razón de que ya no gobierna Miguel Barbosa, el que será en un futuro evaluado como “el peor gobernador de Puebla” al menos en la época contemporánea.

Sergio Salomon Céspedes gana mucho en posicionamiento por el simple hecho de no ser Miguel Barbosa, hecho que seguramente se verá reflejado en las encuestas que sobre el desempeño de los gobernadores que elabora constantemente Consulta Mitofsky. De ocupar los peores tres lugares desde que Barbosa llegó a la gobernatura hasta que falleció. El actual gobernador tendrá desde estos primeros meses una mejor posición.

Puebla ya cambió de gobernador y también cambió el odio por diálogo. Y ahora solo esperamos que se gobierne con acciones y hechos positivos para nuestro estado.