Opinión
Monte de Chila: el inmutable silencio empieza a caer
La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido.
Milan Kundera
El pasado fin de semana estuvo un poco movido. Teníamos encima el primer acto conmemorativo de la matanza de Monte de Chila el domingo 29, después de 53 años de inmutable silencio (Adelita Olivo, dixit) sobre este crimen colectivo.
La actividad en realidad inició un día antes, el día sábado, en que fuimos invitados y convocados varios colectivos, movimientos y personas en lo individual, al Centro Cultural Universitario de la BUAP a participar en el foro-taller de análisis y discusión acerca de la iniciativa de Ley de Memoria, organizado por la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las Violaciones Graves de Derechos Humanos cometida de 1965-1990. Fue enriquecedor escuchar a compañeras y compañeros relatar sus experiencias, sueños y frustraciones ante la impunidad e imposibilidad hasta ahora, de hacer justicia por los crímenes perpetrados desde el poder desde hace años, tanto en nuestro país y en particular en nuestro estado. Bien lo señaló el dramaturgo y militante comunista alemán Bertoldt Brech: ¡Contra la injusticia y la impunidad, ni perdón ni olvido!, así hayan pasado muchos, muchos años.
El viaje a Patla (lugar de las plantas medicinales) en Jopala el día domingo; tanto de ida como de regreso fue agradable. Por momentos, el trayecto se convirtió en un karaoke por parte de una joven compañera que tiene buena voz y gusto por cantar, inserta actualmente en la recolección de firmas para la defensa y remunicipalización del agua en la ciudad de Puebla. Un viaje en el que lo mismo se hablaba de música que de política y viajes, pasando por la gastronomía pues también nos acompañó una compañera francesa. Siendo esta compañera de la buena voz originaria de Chignahuapan, le entró la nostalgia por su tierra al pasar a la altura de su municipio y puso varias veces la canción-himno a su pueblo querido: mi Chignahuapan querido de Cuquillo Rivera.
Más artículos del autor
Al pasar por la presa de Necaxa no pude dejar de rememorar la batalla de Tecacalango y la épica Batalla de Las Piedras contra las tropas invasoras de zuavos y franceses, batalla comandada por un coronel de origen nahua y ninguneado por los historiadores institucionales: Juan Galindo. No fueron tres, fueron cuatro los Juanes de la Sierra Norte. Esa batalla fue el origen del complejo hidroeléctrico de Necaxa pero también del primer pueblo indígena inundado y desplazado por un mega proyecto en aras del progreso y desarrollo.
Igualmente me vino a la mente la historia y el nombre de María Bibiana Uribe, paisana que ganó en 1921 el concurso de la India Bonita. El considerado padre de la antropología mexicana. arqueólogo e ideólogo del indigenismo latinoamericano, y presidente del jurado calificador del certamen convocado por el periódico El Universal, Don Manuel Gamio, escribió sobre ella lo siguiente: María Bibiana Uribe, india pura de raza mexicana que nació en el pueblo de Huachinango, Puebla, tiene actualmente 16 años, había sido elegida como la india más bonita. por el color de su piel morena, su cabello lacio y negro y sus manos y pies finos, fueron motivo suficiente para elegirla como una belleza autóctona”.
María Bibiana Uribe, La India bonita, 1921
Fue así como llegamos hasta el entronque de Dos Caminos y empezamos a descender rumbo a Patla. El calorcito propio de la Sierra baja se empezaba a sentir y nos daba la bienvenida. El verdor de los cerros se nos metía por la retina. Era una imagen rebosante de verde, de vida y hasta el fondo, podíamos ver el serpenteo del río Necaxa. Estábamos en territorio totonaco y tierra cafetalera. Cien curvas después, llegamos a Patla en donde nos recibieron con la música propia de la región huasteca de Puebla: huapangos y unos ricos tamales.
Poco a poco fueron llegando más participantes e invitados. Algunos compañeros/as llegaron de Huauchinango, Pantepepc, Tlacuilotepec, Pahuatlán, Ciudad de México, Huitzilan de Serdán o de la ciudad de Puebla, la gente fue tomando sus lugares. El presidente de la comunidad Edmundo Garrido Fosado inauguró el acto. El primero en hacer uso de la palabra fue el compañero antropólogo Abel Barrera, fundador del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan y miembro de la Comisión de la Verdad de la Guerra Sucia, 1965-1990.
Hizo una exposición acerca de lo que es la Comisión de la Verdad e hizo un ferviente llamado a la defensa del territorio y a la lucha de los pueblos indígenas en su exigencia de justicia y expuso el caso del guerrerense y compositor de corridos Rosendo Radilla, detenido ilegalmente en un retén militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). El caso Radilla motivó la primera sentencia al Estado Mexicano por violaciones graves a los derechos humanos por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Por último, Abel hizo una invitación a los convocantes del acto e integrantes de la comunidad a participar en un evento que habrá en Los Pinos en marzo próximo para presentar el caso de la matanza de Monte de Chila.
Le siguió en el uso de la palabra el Lic. Carlos Popoca, representante de Gobernación federal en el estado de Puebla, quien realizó una exposición acerca de la importancia de la Ley de la(s) Memoria(s), analizada en un taller en la ciudad de Puebla, un día antes.
Continuó el compañero y doctor en Historia, serrano y actualmente al frente de la Universidad Intercultural del Estado de Puebla, Guillermo Garrido Cruz. Memo inició su intervención haciendo una semblanza histórica de la comunidad y mencionó un relato de su papá sobre el crimen. Guillermo dio un dato que nos debería llamar la atención. Afirmó que después de la matanza de Cholula en octubre de 1519, le sigue la matanza de Monte de Chila por número de personas muertas, de ahí su importancia e impacto social; crimen ocultado e impune. Hizo también referencia a la importancia de la tesis de la Mtra. Adelita Olivo en la cual da cuenta del asesinato de 324 personas; también hizo referencia al testimonio del sacerdote Gustavo Rodríguez, finalmente mencionó la importancia de acercarse a los sobrevivientes del 28 de enero de 1970 para que nos den su testimonio. Una asignatura pendiente, sin duda.
El compañero Dr. José Camacho realizó un mapeo de los conflictos por la tierra y la defensa del territorio. Mencionó que la matanza de Monte de Chila se enmarca en esos conflictos que están vivos hasta la fecha; hoy la amenaza a los territorios están en los llamados proyectos de muerte: minería a cielo abierto, hidroeléctricas, gasoductos, etc.
El cronista de Jopala (lugar verde o árbol de Xupale) Miguel Ángel Andrade relató que en la fecha de la masacre él tenía diez años y que escuchó que “miembros del ejército entraron a Monte de Chila por varias comunidades, entre ellas Bienvenido, Tlapacoya, Buenos Aires, Amixtlán, Coyutla, San Pedro. Que también escuchó que el ejército utilizó avionetas para atacar a la gente que estaba en Monte de Chila. La gente vio bajar a soldados que llevaban mulas cargadas con personas muertas y que por testimonios sabe que a los cadáveres les echaron un líquido para que los cuerpos se secaran. Hubo más testimonios de los campesinos presentes, más que testimonios fue un reclamo al gobierno por la falta de justicia en el campo, por la falta de justicia a las y los campesinos”.
Finalmente se presentó una Propuesta sobre Justicia y Reparación del Daño al Pueblo Totonaco de Monte de Chila. El documento se puso a votación en la reunión, mismo que fue aprobado. Dicho documento está dirigido al Presidente de la República, Lic. Andrés Manuel López Obrador; al gobernador del estado de Puebla, Lic. Sergio Salomón Céspedes Peregrina; al subsecretario de Derechos Humanos, Lic. Alejandro Encinas Rodríguez; el director General del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Lic. Adelfo Regino Montes; y la titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, Lic. Martha Yuriria Rodríguez Estrada.
A los gobiernos federal y estatal le solicitan se investigue, juzgue y sancione, en forma post mortem, a los autores materiales e intelectuales de este atroz crimen y a los funcionarios omisos y cómplices:
- Asimismo, le solicitan a los gobiernos federal y estatal se abran los archivos de todas y cada una de las dependencias e instituciones involucradas en la matanza, tanto federales (SEDENA), estatales y municipales. En especial, que se abran los expedientes de los batallones 26 y 37 del Ejército.
- Al gobierno federal se le solicita que conjuntamente con el pueblo de Monte de Chila y comunidades afectadas, se elabore un plan de medidas que garanticen la no repetición del daño causado a la(s) comunidades.
- Se le solicita al gobierno federal, igualmente, que con el objeto de honrar la memoria de sus muertos, se haga en la comunidad que ellos y ellas elijan, un memorial con los nombres de las víctimas del crimen del 28 de enero de 1970.
- Que con la participación y apoyo de la Comisión Nacional de Búsqueda de personas, se inicien, lo más pronto posible, trabajos de localización de la o las fosas comunes de este horrendo crimen, y sus familiares y amigos les den una digna sepultura a las víctimas de la masacre.
- Que como muestra de buena fe, le solicitan al Ejecutivo Federal, al Gobernador del Estado y al Subsecretario de Derechos Humanos, realicen una visita a la comunidad para pedirles perdón a los familiares de las víctimas y a la comunidad en general por la brutal matanza y garantizarles la no repetición de estos atroces actos de represión, entre otras medidas de reparación del daño.
- Al señor gobernador del Estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, le solicitan mande al Congreso del Estado una reforma a la Ley Orgánica de la Fiscalía General del Estado, para crear una Fiscalía Especial sobre Crímenes Políticos y Sociales cometidos contra líderes y movimientos sociales. Por lo menos de 1960 a la fecha.
¡Basta de seguir perpetuando la impunidad en Puebla!
- Asimismo le solicitan Gobernador del Estado se haga una exhaustiva investigación de quién o quiénes mutilaron la edición correspondiente de los periódicos de la época que daban cuenta de la matanza de Monte de Chila, y que estaban bajo el resguardo de la hemeroteca estatal, como lo señala la Mtra. Itzel Adelita Olivo Vázquez en su tesis Y por la tierra y la vida. Monte de Chila y el inmutable silencio.
- Igualmente le solicitan al gobernador que en el Sistema Estatal de Telecomunicaciones, se les de voz en tiempo real y sin edición, a las víctimas, familiares o compañeras/os de la represión en Puebla, como un ejercicio para la recuperación de la memoria histórica y colectiva y que este sistema realmente esté al servicio de los ciudadanos y no del grupo de poder en turno.
Por último, se acordó impulsar un acto conmemorativo en junio próximo para recordar la matanza del 2 de junio de 1982, cuando en la comunidad de Rancho Nuevo, Pantepec, mataron a 27 hermanos tepehuas y totonacos. El gobernador del estado en ese entonces, era Guillermo Jiménez Morales, integrante de la familia caciquil de Huauchinango, Pue.
No quiero terminar sin hacerle un justo y merecido reconocimiento al compañero Ascensión Cruz, originario de la comunidad de Patla por su invaluable apoyo a la realización de esta primera conmemoración.
¡Ni perdón ni olvido!
¡Verdad, Memoria y Justicia para las víctimas de Monte de Chila!!!
En uso de la palabra, Abel Barrera sobre justicia
Firma de la propuesta
Vistas: 1026
Loadind...