Opinión
Nudismo político, ¿sexualizando el ascenso?
Política y desnudez desde la antigüedad
En el antiguo Egipto la esposa del faraón en ocasiones especiales usaba una túnica transparente con la intención deliberada de mostrar su desnudez en público, al pueblo. Participaban así, todos, de la belleza divina. En grandes culturas antiguas se prestó especial atención a ese lugar llamado “el baño de la reina”, prohibido a ojos profanos. En la excelsa novela de Víctor Hugo, El hombre que ríe, los villanos de la historia sobornan y obtienen lo que quieren al prometer y en ocasiones permitir que se mire a la hija de la reina tomando un baño a través de un agujero secreto en la pared. Y esto por idea de la misma princesa que conspira por el reino.
¿Cómo olvidar la caminata en desnudo de John Lennon que tuvo un impacto ideológico cataclísmico en su tiempo? En la historia de la política, ¿cómo olvidar a la Cicciolina, la célebre actriz porno que fue diputada de la República Italiana de 1987 a 1992? Y mientras este texto se preparaba resulta que se desata un intercambio de desafíos para desnudarse entre el ex primer ministro de Inglaterra y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien declara que ver desnudo a Boris Johnson sería simplemente repugnante. De acuerdo. Con la seguridad que da un buen arsenal, serenamente Putin pregunta si se quieren desnudar de la cintura para arriba o de la cintura para abajo. Es un hecho que Boris Johnson acaba de regalarnos una de las improntas más asquerosas de la historia de la desnudez y la política.
Pero el caso que nos ocupa es el ataque de una política a otras en la que la primera presumiblemente ha tenido acceso a material protegido por la ley, y las segundas han enviado sus “packs” a una persona cuyos bienes han sido cateados y confiscados. Entre estos bienes, se han encontrado presuntamente desnudos que las legisladoras han enviado al presidente del PRI.
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El show y la publicidad
En el caso que nos ocupa, supuestamente:
1. Layda Sansores, presidenta de Campeche, dice haber visto, los “packs” que ciertas funcionarias han enviado a
2. Alejandro Moreno, predecesor de ella en la gubernatura y ahora Presidente Nacional del PRI. El susodicho, hemos dicho, fue cateado en sus propiedades por enriquecimiento ilícito.
3. Entre lo confiscado están dispositivos electrónicos en los que, según Sansores, hay “packs” de funcionarias... supuestamente.
4. Pero lo “supuesto” se desvaneció porque las diputadas alzaron la mano diciendo, implícitamente al protestar, que sí, qué hay “packs” de ellas. Mucha gente se pregunta si en sus declaraciones apresuradas están más preocupadas por la publicidad que puedan ganar que por el resguardo prudente y estratégico de su identidad y privacidad.
5. Sobre la versión de que esto es una persecución política del presidente de México sobre Alejandro Moreno, no nos ocuparemos porque en realidad es muy jocoso que ahora los criminales se puedan denominar perseguidos políticos.
Dicho lo anterior, perdonen mi perplejidad pero hay que ver con asombro de qué tipo de problemas estamos hablando hoy respecto a los servidores públicos mexicanos: que si se mandan fotos encuerados. Es lamentable porque es un show.
Y el show nos hace recordar el controvertido adagio: “no hay publicidad mala”, empezando por quien presume haber tenido acceso a dicha información y ocupándola como chantaje como si fuera héroe de la verdad y terminando por quien se pone el saco y lo usa como chantaje también y publicidad victimizante, o cortina de humo para proteger a su superior.
En la actualidad
Nuevos fenómenos nos desafían desde las “nudes”, los “packs” y el “OnlyFans”. Afortunadamente y por una lucha social intensa, la regulación jurídica sobre el contenido sensible y privado ha avanzado mucho en los últimos años. Además, la apertura democrática no discrimina la profesión o la preferencia para contender a un puesto de elección popular.
El inalienable derecho a la desnudez... ¿y al chantaje?
Nuestras servidoras públicas pueden ser servidoras nudistas, eso creo que no debería estar a discusión. Están en su derecho, pero lo que se debe revisar y, tenemos derecho de que se nos aclare, si el puesto depende de ello o de su capacidad para ejercer su oficio como servidores públicos y estadistas y no como nudistas. Tienen derecho como todos a usar su cuerpo para agradar pero ¿para hacer carrera política? Esto debe aclararse.
Confucio, inventor de la carrera profesional basada en el estudio y las aptitudes de servicio, ¿qué opinaría al saber que la democracia ha evolucionado tanto hasta el punto de que las “nudes” y la sexualización en la política es algo que “no se cuenta, pero cuenta mucho”.
Concluyendo (y un ejemplo local)
En algún momento de duda alguien habrá dado el empujoncito: “ándale, qué más da, si te van dar un buen puesto”. Porque es un hecho que hoy la clase política en cuestión hace del ejercicio del poder y la sexualidad un campo oculto de escalafones. O sea, hay temas en los que no hemos avanzado ni un milímetro. La misma Universidad Autónoma de Puebla por poner un caso que nos queda cerca, tiene montones de expedientes de alumnos y profesores que han denunciado tocamientos inapropiados, acoso, o en mi caso, que tuve que recibir fotos íntimas de una autoridad universitaria en calidad de subalterno, sin haber pedido tal material. Mi denuncia de tal autoridad ante la exabogada general de nuestra querida universidad nunca recibió atención, eso sí, fui retirado de la cátedra que impartía en aquel entonces. Todo por material encueratriz.
¿Cuándo comienza la pedagogía del provecho personal sobre el beneficio público a través de la sexualización de la profesión, en un país tan corrupto como el nuestro al punto de que relaciones de subalternidad sexualizada marquen el avance de los funcionarios? ¿Dónde lo aprendieron, en la escuela, en la casa, en el partido, frente a la televisión?
Para concluir y como me gusta tanto el símbolo hasta para arriesgarme a quedar como mal escritor, y confiando en su comprensión ante mi ridículo intento, si me permiten, les comparto el texto que nació antes que el artículo que amablemente acaban de leer.
Pedagogía del provecho
Qué letra tan fea
Aprenda bien
Que si es cursiva
No importa lo que escriba
Qué sucio asesinato
Aprenda bien
Que si es limpio
No importa que mate a un santo
Qué belleza, qué desperdicio
Aprenda la lección
Si le pagan con la diputación
No importa lo antiguo del oficio
Qué mal uso de un derecho
Hágalo chantaje (o amenaza)
Y sáquele provecho.
@julio_broca
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