Opinión
El Aeropuerto Felipe Ángeles, obra para los mexicanos
En México, la época de sufragios abre sendero a un intercambio de ideas en la cual se propone liderar el país desde diversas perspectivas filosóficas, políticas, jurídicas, técnicas y administrativas, que propone cada partido político; en ese sentido, es necesario saber cuál es la función que cumplen los partidos políticos en México.
Todos los ciudadanos deberíamos saber que la finalidad de estas instituciones es promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público. Dicho en otras palabras, hacer que los ciudadanos sin distinción alguna puedan participar en la vida pública del País, siendo los ciudadanos quienes conduzcan los intereses de la comunidad a través de la representación popular en los poderes ejecutivo (presidentes y gobernadores) y legislativo (diputados, senadores,).
Comentado lo anterior, es importante decir contundentemente que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles es un aeropuerto por el que votaron más de 30 millones de mexicanos en las elecciones del 2018, fue parte de las propuestas de campaña por la que votamos los mexicanos, en la que destituimos la corrupción y la obra faraónica y frívola que ya hacía su construcción en Texcoco, esa obra que no representa los intereses de la mayoría de los mexicanos, esa obra que beneficiaba a la elite política y empresarial de México.
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles es un proyecto rentable que prevalecerá por décadas y que da utilidad a los conocimientos técnicos de la ingeniería mexicana, al trabajo de miles de mexicanos que dieron su mayor esfuerzo por construir un aeropuerto rentable y eficaz en un tiempo record de construcción; es decir dos años y cinco meses, es de admirarse en una obra de esta magnitud.
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Por ello hoy es lerdo la forma en que se lamenta la oposición; francamente no se dan cuenta que es un proyecto de los mexicanos y para los mexicanos, construida por los mexicanos y para recibir a quienes nos visiten con su calidez para demostrar que nuestro país es grande, y que la calidad de la ingeniería no se mide por si te sirven un café de franquicia Starbucks o una torta estadounidense (hamburguesa). México es la tradición, la cultura, la costumbre y la calidez que le brindamos a quienes nos visitan.
Por eso hoy somos millones de mexicanos quienes estamos felices del aeropuerto que disfrutaran futuras generaciones, y que las descalificaciones de la oposición se las llevará pronto el viento, porque como mencione en un principio: el papel de los partidos políticos en México es únicamente que la ciudadanía se introduzca y participe en la vida pública del país; hoy esto es una realidad que a muchos les lastima. ¿Por qué les da tanta rabia que vendan antojitos mexicanos si es una fiesta política para absolutamente todos? Esta obra no ve el interés de una minoría, ve el interés de las mayorías, y no se dan cuenta que en México somos mayoría los que disfrutamos de tlayudas a hamburguesas a sobre costo que nadie puede pagar. Así mismo somos más los mexicanos que preferimos no pagar una tarifa aeroportuaria alta.
Todavía queda por ver el magnífico Tren Maya, y la estupenda obra en Dos Bocas. El pueblo está feliz; de ahí que exista una soberanía fuerte hacia el Presidente, y la legitimidad que sostiene en estos tiempos del sexenio es histórica.
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