San Francisco Totimehuacan, cuatro décadas de escasez de agua en Puebla
En la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacan, perteneciente al municipio de Puebla, pueden pasar los días, meses y años y los habitantes continuarán teniendo el mismo problema: la escasez de agua. Pedir pipas de agua se ha convertido en un gasto recurrente para los pobladores, aquellos que tienen el recurso para pagarlo lo hacen, pero aquellos que no, viven en condiciones precarias de escasez.
Las cubetas, depósitos improvisados y en el mejor de los casos tinacos y cisternas, se han convertido en los instrumentos básicos de las personas que viven en Totimehuacán, pues ante la escasez tienen que buscar la manera de acaparar el recurso, y la crisis del agua se convierte en una crisis de desigualdad.
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Blanca Justo Cortés, presidenta del Comité de Vigilancia del Agua Potable en la demarcación, expuso en entrevista con e-consulta que la falta del líquido comenzó desde que Totimehuacan perdió en 1962 la autonomía del municipio.
Comentó que en la zona corría un arroyo que surtía agua a prácticamente toda la población y a raíz de que se volvió junta auxiliar desapareció, lo que ocasionó que empezaran a existir problemas.
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“El lugar específico se le denomina La Tacita, con ese arroyo había riego, se tenía cultivo de papa, frijol, haba, pero la escasez llegó y ya llevamos más de 40 años así. La población crece y los habitantes exigen un servicio que debe cubrirse porque es una necesidad básica y primordial”, dijo.
Pese a sequía, Puebla tiene agua para la población: gobierno
Justo Cortés, indicó que el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla (Soapap) entró a San Francisco Totimehuacan en 2014 con la promesa de mejorar el agua y drenaje de la zona.
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A la fecha el agua les cae “salpicada” siendo los siete barrios principales: San Juan, Santa Catarina, Guadalupe-Tlatelpa, La asunción, Los Reyes, San Miguel y Santa Clara los más afectados, pues les están dando el servicio cada 8 o 15 días solo a unas cuantas calles.
“En 2014, a partir de esa fecha no ha habido obra para dotar del servicio de agua potable y drenaje a más habitantes e incluso disminuyó el servicio porque cortaron tomas, remodelaron calles, quitaron tubería”, denunció.
La vida de una familia sin agua potable
Alina De La Cruz, de 48 años de edad, carece del servicio básico y recoger agua es una tarea constante en su vida que le ocupa muchas horas, una labor que no puede dejar de hacer.
La habitante de la zona comentó que este recurso les llega sólo los lunes al medio día y en otras ocasiones sólo a “cuenta gota”, lo que pone en peligro para la salud de todos, pero sobre todo para los más pequeños.
Dijo que en ella recae la responsabilidad de que a los suyos no les falta agua y tenga el recurso para que se puedan bañar o de que la ropa de todos esté limpia, una tarea que le exige largas horas de estar apartando en cada una de las cubetas que tienen.
Alina mencionó que el agua sólo dura unos 15 días y una vez que se les acaba piden una pipa, por la cual pagan 400 pesos, desembolsando mensualmente hasta 800 pesos.
Expuso que una manera de ahorrar es que el agua que ocupan para lavar la ropa la reciclan para limpiar el baño o el patio de su casa, pues es una forma de darle otro uso al recurso que tienen escaseado.
Por su parte, María Ríos dijo que sobre la calle 4 sur de San Francisco Totimehuacan no les cae ni una gota de agua, a pesar de que el día programado para que les llegue son los martes.
Apuntó que todos los días “sueñan” que les caiga el agua de manera constante, sin embargo, deben vivir con la escasez. Comentó que la falta de agua afecta a los habitantes, pues con el paso del tiempo y el crecimiento en los índices de natalidad es un problema de desabasto que se torna serio.
“La realidad es que la escasez de agua en la actualidad es uno de los problemas que más daño está causando. Nosotros quisiéramos que la empresa Agua de Puebla nos abasteciera al menos tres veces al día, ya con eso nos damos por bien servidos, pero la realidad es otra: a unos cuantos les llega y a ellos ya se les puede llamar afortunados”, enfatizó.