Evaden feminicidio en mujer hallada en Puebla; era de Morelos

En noviembre de 2019, Milagros Marisol Cortez fue reportada como desaparecida en Morelos; sin embargo, meses después fue hallada calcinada en Puebla. Desde entonces las fiscalías de ambas entidades se han rehusado a investigar el caso como feminicidio.

De acuerdo con el portal Animal Político, Marisol Cortez, de 35 años de edad, laboraba como docente de puericultura e inglés en la Escuela Normal Urbana Federal Cuautla, fue hallada calcinada en un 90% en Tepexco, estado de Puebla. Las autoridades piensan que fue torturada.

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El cadáver fue localizado el 3 de diciembre del 2019 en un camino rural que divide las dos entidades. Pero fue hasta enero del 2020 que el cuerpo de Marisol fue identificado “por la dentadura”; su madre negó que se le pidieran muestras de ADN.

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Margarita, madre de la occisa dice solo ha recibido malos tratos de las autoridades, incluso uno de los agentes de la Policía de Investigación Criminal de la Fiscalía Regional Oriente ubicada en el municipio de Cuautla le dijo “que no tenía nada que hablar conmigo”. “Simplemente me ignoraban, no daban ninguna atención por más vueltas que me daba, solo que esperara. Me trajeron como rehilete”, recuerda.

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Asimismo, la madre de Marisol cuenta que su hija había pasado un periodo de luto, tras la muerte de su esposo por cáncer. Después de superar el dolor retomó su vida y entorno social hasta que, luego de encontrarse con amigas en Cuernavaca, regresaba a Cuautla en su vehículo con placas PYX 83-88.

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Margarita refiere que luego de no saber nada de su hija pidió a su sobrina María Luisa que buscara a su prima, pero al no recibir respuesta y ella viajó desde Estados Unidos, donde radica, hasta la casa de su hija y la halló desordenada y robada. Encontró una maleta en la cama y a sus perros encerrados en el baño.

Tras el hallazgo, la familia promovió una denuncia de desaparición y continuó el seguimiento de la carpeta CT-UEDP/6062/2019 fechada con sello oficial el 4 de diciembre del 2019. Sin embargo, la madre afirma que las instituciones se “han lavado las manos” para no hacer su trabajo, ya que la investigación no avanza.