Opinión

El doble juego del PRI

Domingo, Marzo 19, 2023
Leer más sobre Alejandro Carvajal Hidalgo
El PRI tiene un doble juego: por un lado, como aliado gobiernista, y por otro, como aliado opositor
Diputado federal desde 2018 representando por mayoría relativa al Distrito VI. Estudió la Licenciatura en Derecho en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Fue dirigente de El Barzón poblano, y desde diferentes espacios de participación ha promovido acciones para construir bienestar en la sociedad.
El doble juego del PRI

Desde 1946 y hasta 1997 el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue el partido hegemónico en México. Su trayectoria no ha sido uniforme; de hecho, es un partido sin ideología política, aunque se diga nacionalista y desde 1982, neoliberal. Sus características son el pragmatismo, la corrupción y los antivalores del viejo régimen. Sin embargo, desde 2018 el PRI enfrenta una crisis sin precedentes; en algunos estados de la República se encuentra a punto de desaparecer y a nivel nacional, su fuerza política es prácticamente simbólica.

En este contexto y en busca de supervivencia, el PRI ha orbitado entre la oposición y el gobierno. Un claro ejemplo se puede ver en Puebla, donde recientemente el gobernador sustituto Sergio Salomón Céspedes Peregrina realizó nombramientos a militantes del PRI, con investigaciones y señalamientos por diversos delitos, pero aglutinados en torno a la expresión política de Jorge Estefan Chidiac. No son los únicos movimientos. En diversas áreas de la administración pública estatal hemos podido constatar que han llegado actores del PRI relacionados con el mismo personaje.

La alianza entre el gobierno estatal y el grupo político de Chidiac es una obviedad, sin embargo, vale la pena preguntarse en razón de qué. Una posible respuesta podría llevarnos a una estrategia política, electoral o incluso económica. Lo que sabemos es que el gobernador ha pedido confianza y ha afirmado que estos nombramientos responden a las necesidades de su administración, no obstante, la sorpresa e inconformidad continúa latente, sobre todo en la militancia de Morena.

Derivado de estos movimientos, también hubo reacomodo de posiciones en la coalición opositora, ya que Isabel Merlo Talavera, quien fue nombrada titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), dejó vacante su espacio en el Congreso local, razón por la cual la política Silvia Tanús Osorio asumió su lugar como diputada y tuvo que presentar su renuncia a la Secretaría General del Ayuntamiento de Puebla. Las sorpresas en la oposición fueron más que discretas e incluso Eduardo Rivera afirmó que quien relevará a Tanús Osorio será un perfil priista. De inmediato se especuló que podrían ocupar ese espacio Lucero Saldaña, Xitlalic Ceja o José Chedraui. Esta semana lo sabremos.

Más artículos del autor

Lo cierto es que el PRI tiene un doble juego. Por un lado, como aliado gobiernista, y por otro, como aliado opositor. Con base en concertación, acuerdo y traición obtiene posiciones privilegiadas sin ganar elecciones, un cómodo tercer lugar y una burocracia que transmuta sin mayor empacho entre posiciones políticas de la oposición y el gobierno. Lo anterior es una estrategia de supervivencia que nuevamente resalta la esencia pragmática y la vocación del PRI de mantenerse en el poder por el poder. Dicho esto, resultan mayores los riesgos que los beneficios de aliarse con el PRI y vale la pena preguntarse: ¿Qué podemos esperar de un supuesto “aliado” de esta naturaleza?

Tw: @acarvajalh

Vistas: 917

Loadind...