Opinión

Vicegobernador, Salomón Céspedes, Blanca Alcalá

Miércoles, Marzo 15, 2023
Leer más sobre Xavier Gutiérrez
Una somera revisión al momento político actual de Puebla
Reportero y director de medios impresos, conductor en radio y televisión. Articulista, columnista, comentarista y caricaturista. Desempeñó cargos públicos en áreas de comunicación. Autor del libro “Ideas Para la Vida”. Conduce el programa “Te lo Digo Juan…Para que lo Escuches Pedro”.
Vicegobernador, Salomón Céspedes, Blanca Alcalá

Muerto Álvaro Obregón (en calidad de presidente electo), quien asume el poder real en el país es Plutarco Elías Calles. De este modo, en un periodo que va de 1928 a 1934, aunque gobernaron Emilio Portes Gil, Pascual Ortíz Rubio y Abelardo Rodríguez, quien ejercía el poder de facto era el viejo zorro Elías Calles.

Eso lo sabía y reconocía todo el mundo político. Gobernadores, jefes militares, líderes obreros, empresarios, con quien acordaban en realidad era con Calles. Esa realidad evidente dio pie a la conocida expresión popular que resume esa etapa del país, en la que el “Jefe Máximo” de la revolución todo lo decidía:

-“Aquí vive el Presidente, pero el que manda vive enfrente…”

Esa fue la síntesis verbal del “maximato”.

Más artículos del autor

Hoy en Puebla, de no asumir plenamente el ejercicio del poder el gobernador Salomón Céspedes, corre el riesgo de que Jorge Estefan Chidiac asuma ese “maximato de huarache”, a juzgar por los nombramientos de primeros y segundos niveles que se dan en la administración, entre otras decisiones.

Eso lo han expresado, de otra manera, diputados morenistas inconformes con el parsimonioso inicio del gobernador Salomón. Ellos señalan que Estefan es, por la vía de los hechos, un Vicegobernador. Así juzgan su influencia en calidad de guía, consejero, asesor y hombre fuerte.

En los pasillos del poder de la antigua Roma se decía: “La mujer del César, además de serlo, debe parecerlo.”

El ejercicio del poder debe ser y parecer, esto es sumamente importante.

Requiere un sabio equilibrio de poder y prudencia; firmeza y suavidad, tacto y autoridad.

Pero una claridad inconfundible, absoluta, respecto de quién y cómo manda.

Y sin temor sumar a los mejores, pensar en grande.

Suelo comentar mi teoría de la tuza y el águila. Ese pequeño roedor, cuando saca la cabeza del agujero mira en su derredor, quizá diez metros, y cree que ese es el mundo. Es su mundo.

El águila puede volar hasta a siete mil metros sobre el nivel del mar. Desde ahí tiene una visión enorme, la dimensión del mundo de esta ave es extraordinaria. Seamos águilas, no tuzas.

El mundo de cada quien se ensancha leyendo, conversando, estudiando, conociendo gente, viajando, preguntando, aprendiendo, experimentando… ¡atreviéndose!

Quedándose en el agujero implica no crecer, tener la vista y las ideas cortas.

Gobernar requiere conocimiento y fortaleza, todos lo sabemos. Y la asunción de Salomón Céspedes se da sin lo uno ni lo otro. Con inteligencia y audacia, esto se aprende. Y son precisamente las circunstancias adversas el mejor salón de clases del aprendizaje. Pero claro, la cabeza es como un paracaídas: si no se abre, no funciona.

La presión de las circunstancias ha hecho de los grandes hombres una oportunidad de oro para crecer. Así lo muestra y repite la historia en lo micro y en lo macro, en lo cotidiano y en los asuntos de Estado.

Para ello exige del individuo sensibilidad, dedicación, trabajo, desvelos claro, y audacia. La fortuna también, pero esta viene como consecuencia de lo anterior.

Recuerdo un caso, uno de tantos. El exgobernador Guillermo Jiménez Morales fue designado secretario de Pesca. Sus críticos decían que “Memo, lo más cerca que ha estado del mar es comiendo una trucha a la navarra en un restorán de la Zona Rosa.” Eran conocidas sus cualidades de sibarita.

Asumió el cargo, se puso a estudiar día y noche, a ver videos de temas pesqueros, a conversar con biólogos, cooperativistas, empresarios pesqueros, empacadores, a leer y escuchar conferencias, seleccionó un pequeño equipo de funcionarios a quienes sometió al mismo intenso aprendizaje.

Resultado: antes de tres meses estaba viajando por todos los puertos del país, hablando con todos los involucrados en el mundo pesquero (ojo: México es más dueño de mar que de tierra, su mar patrimonial es mayor que la superficie terrestre), dando conferencias, organizando seminarios, canalizando recursos y equipo, impulsando la exportación y terminó organizando una Conferencia Internacional sobre Pesca Responsable con la concurrencia de expertos y funcionarios de docenas de países.

El poder impone sus condiciones, pero es el hombre quien lleva el timón.

El tamaño de la silla mide al hombre.

O se achica ante su circunstancia y asume sólo un papel histriónico, o impone su carácter y se crece frente a la adversidad dejando su impronta en el momento histórico que le toca vivir.

No hay mañana.

Alforja
Existe alguna semejanza entre Beatriz Paredes y Blanca Alcalá. Beatriz quiere llegar a la Presidencia, pero se resiste a romper con el PRI, un partido capturado por una camarilla que no le sirve para nada. Tampoco se inconforma con quienes lo controlan. Busca convivir y acomodarse. Muestra tibieza ilimitada. Ella puede ser un excelente producto, pero su partido es un pésimo envase.

¿Qué le falta? Audacia. Una actitud disruptiva-propositiva. Ello le haría ganar muchos puntos en corto plazo, situarla en las alturas de las encuestas. Pero es requisito casi dinamitar el cascarón podrido tricolor y explorar y crear nuevos, novísimos senderos.

De no hacerlo no habrá de variar mucho su posición. Un verbo encantador, pero el tren ya se va, se fue…

Blanca Alcalá es la única política poblana con camino recorrido. Mujer preparada, probada en difíciles trances. Salió con raspones en su paso por la alcaldía, pero retomó nivel y es diputada federal. Igual que a Beatriz, su partido a nivel nacional y local la tiene bloqueada.

Tales circunstancias a otros colegas de estas damas los llevaron a romper la camisa de fuerza priista. Se rebelaron internamente, propusieron reformas, reclamaron democracia, patearon puertas, rompieron cadenas, y cuando no hubo más remedio, tuvieron que romper con las caciquiles y eternas estructuras. Crearon partidos o emigraron a otros.

La rebelión con causa, con razones y fundamentos es una opción cuando todo se cierra.

Algunas veces, muchas veces, violencia es oprimir, no liberarse.

O estás de acuerdo con todo y guardas prudente silencio en tu zona de confort o expones tus ideas, aunque corras el riesgo de ser quemada en la hoguera.

Ser o no ser.

El doctor Alfredo Toxqui lo decía de manera alegórica: “La oportunidad es como una mujer coqueta que toca a tu puerta, si no le abres, toca en la siguiente…”

Da la impresión que Blanca está ante esta tesitura. Cabeza, decisiones y futuro. No hay de otra.

[email protected]

Vistas: 2315

Loadind...