Opinión

Entiendo el fondo, pero no la forma: 8M

Viernes, Marzo 10, 2023
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Las acciones violentas por feministas radicales puede ser la punta del iceberg de lo que viene
Joven apasionado por la vida y el bien común, profesionista de la Comunicación y Maestro en Humanidades Anáhuac Puebla. Escritor, conferencista -dramaturgo motivacional. Fundador “Speaker Show, Formando con Locura”, empresa de eduentretenimiento
Entiendo el fondo, pero no la forma: 8M

La destrucción del Patrimonio Cultural de la Humanidad por feministas dentro de las diversas marchas en el Día Internacional de la Mujer en todo México, estuvo mal y lo seguirá estando por más que se quiera justificar. Se entiende el fondo del por qué el justo y urgente reclamo, pero no es la forma de hacer llegar el mensaje porque al siguiente día, solo es recuento de daños  y todo aparentemente sigue igual, y digo “aparente” porque monumentos, calles e inmuebles históricos de valor intangible declarados por la UNESCO “patrimonio de la humanidad”, jamás vuelven a ser los mismos, eso sin contar todos los vehículos particulares que fueron dañados durante la marcha, muchos de ellos seguramente de mujeres, algunas madres solteras, algunas trabajadoras, algunas estudiantes…

En el Centro Histórico de Puebla, la fuente de San Miguel fue brutalmente dañada y grafiteada, dejando sin brazos y nariz a sus ángeles, sin mencionar los rayones al Palacio Municipal y Catedral, la rompedera de cristales de la Galería Municipal y las puertas de cristal del Teatro de la Ciudad; de todo esto pocos alzan la voz por el daño incuantificable de lo que representa, recordando que el centro histórico de la ciudad fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO desde el 11 de diciembre de 1987. No en vano las lágrimas de don Paco, caricaturista en el zócalo que lleva años pintando la fuente de San Miguel como fondo de quienes dibuja, pues la fuente que lo ha inspirado por años y le da de comer, ahora quedó mutilada.

Tal parece que el 8 de marzo se ha convertido para las feministas en el día de permiso oficial para destruir todo lo que esté a su paso, como un método paliativo para apaciguar toda la injusticia que se reclama, que insisto, entiendo el fondo del problema, pero no aplaudo las formas y mucho menos la violencia pagada con más violencia pues al final eso invariablemente siempre va a terminar mal. El 8 de marzo termina y las mujeres descansan al siguiente día, pero lamentablemente después de esto, todo sigue igual y se vuelve a esperar el próximo año lo mismo. Tengo una hermana y una madre a las que amo, me preguntan: ¿sirvió de algo?, ¿hubo alguna nueva política pública de equidad?, ¿se rescató a alguna de las miles de desaparecidas después de todo el relajo? La verdad solo prefiero guardar silencio pues la respuesta es obvia.

Existe una premisa, y yo me atrevería a decir que es casi un axioma, que dice que “el que permite y cede de poco en poco, terminará permitiendo y cediendo en todo”. Si hoy la sociedad civil, el gobierno, los empresarios y como ciudadanos seguimos permitiendo, aplaudiendo este tipo de acciones sin consecuencias, después no nos quejemos de por qué don Paco ya no solo llora por un monumento, sino que ahora llora por un familiar o un amigo que las feministas radicales lo amedrentaron, escupieron y hasta es un peor escenario, lo asesinaron… todo en nombre del 8 de marzo y sin justicia para don Paco, un día que para mi mamá y mi hermana, hoy me afirman, ya no las representa.

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Hasta entonces…

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