Opinión
Ética para la vida cotidiana
Entre tantas noticias de caos y desolación, siempre podemos contribuir a crear nuestra propia estructura personal, familiar y social; podemos elegir ser parte de nuestro propio ecosistema. Una vida moral se constituye con todos los aspectos que influyen en la formación de los pensamientos e ideales de nuestra conducta. En ella, entran en juego los choques y entrecruzamientos de las distintas corrientes religiosas, políticas, filosóficas y culturales del mundo contemporáneo.
Muchos son los dilemas a los que diariamente nos enfrentamos: ¿apoyar el aborto o no hacerlo?, ¿trabajar en política o en temas gubernamentales?, ¿participar o callar? Sin embargo, considero que vivir una vida social moral es posible.
En muchas ocasiones a la vida moral se le compara con la rectitud o con reglas preestablecidas en una determinada ideología, pero la verdadera revolución emana de entender que todos somos parte de un todo, que la libertad sólo puede existir cuando tomamos en cuenta las necesidades de los demás, cuando nos volteamos a ver desde su perspectiva, cuando entendemos que nuestra libertad se restringe con la libertad de los demás, y somos conscientes de nuestra unicidad.
Llegó el tiempo de un nuevo tiempo; el momento en que debemos ser valientes y atrevernos a repensar los sistemas, crear nuevos esquemas y eliminar las viejas prácticas. Está no es una tarea nada fácil, porque comienza desde el compromiso de cada uno de nosotros, requiere transformación personal, transformación institucional, transformación social, transformación económica, en conclusión, una transformación sistémica.
Más artículos del autor
El primer paso hacía una transformación moral es ir hacia dentro, estar dispuesto a perder nuestros privilegios para entender a los otros, se trata de reconocer la dignidad de las personas, interiorizar valores morales universales y actuar con empatía; para después ir hacia a fuera y cambiar a las instituciones, a las leyes, la Constitución y al estado en general, esta es la única manera de que se suceda un verdadero despertar social.
La empatía sin acción es parte integral del status quo. La vida social moral se trata de la construcción de nuevos conceptos, de ver al mundo en unicidad y reconocer el desastre en el que estamos, reconocer las diferencias, las desigualdades y en ese espacio ver al otro con compasión, entender su cosmología, su filosofía y acudir a la acción, entender su dolor y creer en la transformación.
Vivir con ética y valores es acercarnos a personas que son diferentes, que han sido infravaloradas y verlas como elementos de valor para construir un nuevo sistema. Es el dar y recibir de energías para atestiguar lo que fue, transformar lo que es y crear lo que será.
Construir una vida social moral nos lleva a conducir el actuar de las instituciones públicas y privadas para que estén al servicio de la sociedad, con cadenas de valor sostenibles y cadenas de suministro inclusivo, como una forma de ayudar a los demás a crecer, para dejar de hablar de dinero, de desarrollo y de recursos económicos y comenzar a hablar de historias de superación, de bienestar y de progreso.
Al final del día, nosotros somos las historias que nos contamos, esas historias nos definen y nos permitirán romper con el status quo.
Vistas: 332
Loadind...