Opinión

Amar es un derecho humano

Martes, Febrero 14, 2023
Leer más sobre Luis Soriano Peregrina
El amor es la herramienta idónea para hacer de nuestro entorno un mejor lugar
Abogado, defensor de derechos humanos. Fue subsecretario de Derechos Humanos y primer encargado de la Comisión de Búsqueda en Puebla. Actualmente es director para América Latina de la Organización Mundial de DH y Paz y presidente de Voz Ciudadana por los Derechos Humanos
Amar es un derecho humano

A razón de esta fecha tan icónica del 14 de febrero, hablar del amor nos pareció fundamental y por lo mismo debemos de saber que el amar sí es un derecho humano. Ningún gobierno, agrupación, religión o creencia o ley, tiene el derecho de impedirlo, limitarlo o castigarlo. Independientemente de la orientación sexual o la identidad de género, todas las personas tenemos los mismos derechos. A pesar de que ha habido importantes avances en los últimos años, aún estamos muy lejos de vivir en un mundo libre de decisión y aun nuestros prejuicios nos llevan invariablemente a esa discriminación que tanto nos lastima a todas y todos.

Dijo Tania Reneaum Panszi en un artículo en el año 2020 hablando del mismo tema:

“… cuando se afirma que amar es un derecho humano se plantea toda la indivisibilidad, interdependencia y universalidad de los derechos humanos. Ello acarrea obligaciones para los Estados no sólo de carácter legislativo, también de política pública y decisiones judiciales que contemplen en todo momento la diversidad. En suma, los Estados deben considerar los desafíos que las personas LGBTI tienen para ejercer sus derechos humanos…

Hablar del amor en el mundo de los derechos humanos es cosa seria, no una banalidad. Hablar del amor es hablar de felicidad, plenitud y todo por lo que trabajamos, quienes vemos a los derechos humanos como la herramienta idónea para hacer de nuestro entorno un mejor lugar.

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También hablar del amor romántico para la sociedad en general es un modelo de conducta amorosa que refuerza una idea sobre el “significado del amor” y sobre qué sentimientos o emociones deben de sentirse. Esta idea es transmitida a través de canciones, novelas, películas, anuncios, libros, entre otros, es decir, el amor de cartón, el modelo Disney, el amor para la Rosa de Guadalupe, o la novela Televisa, predispone o programa a una sociedad, “el ideal o mito del amor romántico”, pudiendo hacer que se entre en una situación de dependencia emocional y llegar a soportar diversos niveles de violencia, dado que una de las ideas del amor romántico es que “el amor todo lo puede y lo soporta”; debido a eso, las personas pueden normalizar y naturalizar acciones destructivas en nombre del amor, haciendo del romanticismo la herramienta para los manipuladores o violentos en las relaciones.

Por lo anterior para algunos sectores del mundo de los derechos humanos el amor romántico es una connotación negativa pues se ha construido en base a la ideología hegemónica, patriarcal; y es tan jerárquico, injusto y violento que justifica en diversos sentidos la subordinación, motivando incluso ser herramienta de sometimiento para los tratantes de personas, que hacen del amor romántico su estrategia ideal para manipular a las víctimas en un inicio de que hagan cosas por ellas o ellos sin necesidad de amenazas y retenerles sin la necesidad de cuerdas o grilletes, sino con la simple promesa de “fueron felices para siempre”.

Por todo lo anterior para los integrantes de Voz Ciudadana por los Derechos Humanos, nos parece importante como fueron estructurados los derechos universales del amor de Coral Herrera Gómez y que lo publicó en su blog en el 2013 y que a continuación se los transcribo:

“1. Todos tenemos derecho a querer y a ser queridos. Sin exclusiones por razones de género, orientación sexual, etnia, origen, clase socioeconómica, edad, religión, etc.

2. Todas tenemos derecho a elegir libremente compañero/a (s) sin imposiciones sobre el género o el número de compañeros/as. También tenemos derecho a elegir la soltería sin sufrir las presiones de nuestro entorno.

3. Todas tenemos derecho a relaciones igualitarias donde no exista la división de roles tradicional y en las que podamos repartir las cargas de trabajo de un modo equitativo o equilibrado. Todos tenemos derecho a ser bien tratados y a tratar bien a los demás. Tenemos derecho, pues, a tener relaciones amorosas sanas y bonitas, sin jerarquías ni luchas de poder.

4. Todos tenemos derecho a iniciar o romper nuestras relaciones amorosas o sexuales con libertad, por ejemplo, cuando no nos apetece continuar compartiendo o conviviendo con la pareja, sin coerciones de tipo legal, económico, social, moral o religioso.

5. Todos tenemos derecho a controlar nuestra sexualidad en el ámbito de la reproducción, tener acceso a métodos anticonceptivos o elegir libremente la maternidad/paternidad, tanto cuando se tiene pareja, como cuando no se tiene.

6. Todos tenemos derecho a expresar nuestras emociones en público o a no expresarlas si no es nuestro deseo. Esto supone también que todas somos libres para mostrar nuestros afectos en lugares públicos sin discriminaciones basadas en nuestro aspecto físico, nuestra edad, color de piel, clase social u orientación sexual.

7. Todos tenemos derecho a tener relaciones monogámicas o poliamorosas, abiertas o cerradas, efímeras o eternas, y renovar los acuerdos conyugales como nos apetezca o según las circunstancias vitales de cada persona. Tenemos derecho a inventar, probar, y buscar nuevas estructuras emocionales al margen de los modelos tradicionales basados en la pareja heterosexual y monogámica.

8. Todas tenemos derecho a formar comunidades amorosas donde nos unamos con la gente por lazos afectivos, de amor o amistad, sin estar determinados por el parentesco o por la monogamia obligatoria. Podemos elegir vivir con una persona o con varias, fundar una familia con quién nos plazca, y elegir nuestro grado de implicación afectiva o sexual en cada una de nuestras relaciones.

9. Todos tenemos derecho a comprometernos, a no comprometernos, o a elegir el grado de compromiso de mutuo acuerdo con la o las parejas. También tenemos derecho a celebrar nuestro compromiso con una gran fiesta o en la intimidad, derecho asimismo a no celebrarlo.

10. Todas las personas tenemos derecho a disfrutar de nuestra sexualidad y nuestro erotismo sin coerciones. Tenemos derecho al placer, a la ternura, al juego y al amor. Y también tenemos derecho a ser respetados/as cuando no queremos tener relaciones sexuales o establecer lazos sentimentales.

Mientras tanto, mis deseos a todas y todos ustedes es que vivan en libertad el amor, amor a su o sus parejas, a sus familias, a sus mascotas, a las plantas, a la naturaleza, a su entorno, su amor a la vida, al aire que respiran. Al final, ábranse para sentirse amados y amar.

Feliz día del Amor y de la Amistad.

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