Opinión

Las voces de los jóvenes en este tiempo de aprender

Domingo, Junio 14, 2020
Leer más sobre María Teresa Galicia Cordero
Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.
Las voces de los jóvenes en este tiempo de aprender

A través de diversos diálogos e investigaciones, se han venido mostrando diversas realidades a los que se enfrentan los jóvenes, que requiere de la búsqueda e implementación de estrategias que hoy demanda la educación formal.

Esta pandemia ha puesto al descubierto realidades, que, si bien se habían visibilizado especialmente por la investigación educativa, no se habían tomado en cuenta para renovar un sistema educativo que requiere modificarse.  

He insistido en diversos foros, que es necesario escuchar a los diversos actores educativos para que expresen cómo la están pasando y con base en ello reconocer lo que hace falta y reaprender a partir de la riqueza de las prácticas educativas que aportan aprendizajes significativos para nuestros estudiantes. Los contextos educativos son tan diversos, que se convierten en el principal reto para lograr una educación que permita disminuir las brechas educativas que se están manifestando en esta pandemia.

No podemos seguir en las prácticas rutinarias que aparentemente funcionaban, ahora sabemos que no debe ser así y que centrarnos en terminar los contenidos, evaluar como siempre se venía haciendo, sobrecargar a los docentes de tareas administrativas y burocráticas   y permitir que las prácticas educativas lejos de renovarse, se sigan reproduciendo no tiene justificación.

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Ahora, sin el apoyo formativo necesario, las herramientas digitales y la infraestructura adecuada, se tuvo que terminar un año escolar fuera de las aulas tradicionales, las autoridades en especial hablan de que los aprendizajes se trasladaron a las casas, sin embargo, esto implicó muchas problemáticas y desafíos para quienes estamos inmersos en la educación y para sus familias.

Los jóvenes tienen mucho que decir al respecto. Jóvenes de diferentes instituciones, especialmente de bachillerato y universidades, hablaron en la primera parte de un Encuentro nacional sobre lo que piensan, sienten y hacen en medio de este tiempo inédito. Al leer lo que ellos expresaron de manera general, coincidirán conmigo que este sin duda, es un tiempo de aprender:

            “Con esta    pandemia comentaron, se trasgrede el derecho a la educación en un           país donde no hay equidad, no se cumple con ningún tipo de derecho y en donde la       justicia tiene un precio”.

            “El modelo educativo parece inmovible, producto de la sociedad industrial y post           industrial, donde muchas veces los maestros están distantes, quieren terminar        un        curriculum sobrecargado y extenso, lo social y lo emocional casi no importa y no         parecen visibilizar que hay muchos espacios de pobreza, donde apenas si hay           acceso a lo indispensable, por lo que pretender trabajar vía internet, aumenta la     brecha digital ya de por sí existente”.

            “El coronavirus de pronto, se convierte en lo menos importante porque desenmascaró las oportunidades educativas, las piezas de un sistema a modo, en    donde el gran tema a discutir es el de la dignidad. A la educación formal le vino un   shock, donde la escuela fue rebasada y en los hogares       se problematizó de         manera muy evidente, ya que muchas padres y madres     obligaron a sus hijos a             hacer las tareas a partir de muchos regaños y castigos”.

            “Nos quitaron uno de los espacios más importantes para la expresión juvenil, porque    los estudiantes muchas veces huyen de los problemas que hay en su casa en            diferentes espacios y la escuela es el principal. La escuela representa no solo         conocimientos, implica ayudarte a la vida, donde muchos llegamos a veces,      con pesimismo y   frustración, pero ese entorno habilita los lazos emocionales y nos      hace sentirnos mejor”.

            “También hay que decirlo, la escuela manifiesta un adulto centrismo, donde       por       solo ser adulto, los profesores monopolizan las respuestas con ciertos criterios    y          muchas veces nosotros no podemos opinar, porque atentamos contra las barreras     de autoridad. Hay muchas cosas de la vida en la que nos podrían apoyar, como en lo        sexual, lo que aprendemos por ensayo y por error. Por eso se requiere de un sistema      educativo que no solo se fije en los contenidos o en las calificaciones, sino en aquello    que sirva para la vida, una tarea diaria que también le corresponde a nuestras           familias”.

            “Es necesario replantear la idea del éxito, no a partir del modelo neoliberal, sino a         través de la formación integral de las personas, tomando en cuenta también lo que   sienten, sus expectativas, sus razones”. 

En otro escenario, en una encuesta aplicada a jóvenes y docentes de la Universidad Autónoma de Querétaro, el propósito general se centró en tres objetivos: explorar la manera en que la comunidad actuó durante un periodo de la pandemia; indagar problemas relacionados con el aprendizaje y el uso de la tecnología y reflexionar sobre algunas acciones que serán necesarias para que los jóvenes estudiantes puedan compensar los “desaprendizajes” escolares a los que fueron forzados por la emergencia sanitaria.

A partir de sus respuestas, en la Universidad se tomarán las decisiones correspondientes, principalmente para compensar los desaprendizajes escolares. En el reporte de resultados, sobresalen en uno de los apartados, las voces de los estudiantes en una dimensión que se ha vuelto sumamente importante en este ambiente de la pandemia, la dimensión socio- emocional en la situación de encierro: 

            “Angustiado(a). Al no contar con un espacio privado para poder tomar la clase, al          igual que no cuento con internet que también es muy caro… con los datos no alcanza, ya que no cuento con recursos para estar poniendo saldo cuando se me terminen los megas.” “Es muy estresante porque en ocasiones sientes que no estás   aprendiendo nada, pues los docentes creen que con mandarnos un pdf y hacer tarea    de eso, ya aprendimos algo; cuando en realidad te deja más confundido(a) y       estresado(a). Además de que no cuento con mi laptop, pues se averió hace un mes y se me complica más hacer las tareas desde mi celular.” “Considero que es un tanto   limitante debido a que no se interactúa como se realizaría habitualmente.” “Me             siento muy enojado(a) y frustrado(a) ya que mis dos únicas maestras no están en la       disposición de atender la petición grupal de dar clases en línea. Nos dan largas, no         nos revisan lo poco que piden y nuestros proyectos finales, así como la posibilidad de terminarla (: 11).

Las voces de estos jóvenes, tanto en el encuentro como en el reporte de resultados de la encuesta aplicada, muestran lo que piensan, sienten y han hecho estos estudiantes. Si bien, son producto de ciertos contextos y ciertas situaciones y por tanto no son representativos, nos permiten aproximarnos a realidades que bien pueden ser muy semejantes a las de muchos otros.

Las poblaciones estudiantiles no son homogéneas, de ahí la conveniencia de incluir al hacer investigación distintos aspectos de sus vidas para profundizar en su conocimiento. Estos jóvenes reflexionan, analizan su presente y se preocupan por lo que sucede, de ahí la importancia de atender lo que expresan para darle rumbo al complejo y retador proceso de educarlos. 

No hay soluciones fáciles, pero todo lo que estamos aprendiendo nos permite definir el camino, si el virus no logra cambiar lo que hemos estado haciendo hasta ahora, no esperemos que los resultados puedan ser mejores. Este sigue siendo sin duda, tiempo de aprender.  

Referencias

CEAAL, CDEZ (2020). “Juventud, educación y Pandemia”. Encuentros Nacionales Estudiantiles, Campaña del Derecho de la Educación en México CADEM.

Flores-Crespo Pedro, Herrera-Aguilar Miriam, Solís Hernández Edita, Solís Hernández Oliva (2020) “Quehacer académico durante la emergencia sanitaria en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Un sondeo”. Universidad Autónoma de Querétaro, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

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