El hampa avanza hacia el zócalo de Puebla por la 16 de septiembre
Por La Jornada de Oriente | Jueves, Mayo 23, 2019
Fermín Alejandro García/Cuitlatlán/La Jornada de Oriente
Desde hace algunos meses existe un notable incremento de asaltos a comercios y transeúntes en la avenida 16 de Septiembre, entre el tramo que va de la 25 Poniente al zócalo de la capital. Lo extraordinario es que muchos de los afectados se han percatado de un patrón de conducta de las bandas criminales, que utilizan varios parques de la zona como bases de operación y parecería que van avanzando manzana por manzana cada determinado tiempo, para extender su actividad delictiva hasta el corazón de la capital. Todo eso ocurre con la complacencia u omisión de la Policía Municipal.
No se sabe bien qué está pasando, pero tal situación plantea solo dos posibilidades: que no funciona el área de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Puebla, a cargo de Lourdes Rosales Martínez; o que hay una complicidad policiaca para aparentar no ver lo que ocurre en esa área.
Las avenidas 16 de Septiembre y Reforma han sido no solamente los principales accesos al Centro Histórico, sino también las calles más vigiladas, por ser las de mayor concentración de comercios y transeúntes. Se habían caracterizado –hasta hace unos meses—por su tranquilidad, ya que había robos y asaltos menores. Parecía que existían una especie de fronteras para la delincuencia. En el primer caso era la avenida 25 Oriente–Poniente. En el segundo, la 11 Sur y el Paseo Bravo. Ahora eso acabó.
En el caso de la 16 de Septiembre la frontera de la 25 Poniente se ha borrado; ahora los grupos criminales enfocan sus objetivos hacia la zona del zócalo.
“Desde hace años sabíamos que de la avenida 25 Poniente–Oriente hacia el sur, la 16 de Septiembre podía presentar, por ejemplo, el robo de autopartes”, dijo uno de los vecinos, “pero de algunos meses para acá el robo a transeúntes primero, y luego el robo e incluso asalto a comercios se ha incrementado a lo largo de la 16, cada vez más cerca del centro”.
Lo que llama la atención es que ante al aumento de los atracos, entre los vecinos de la zona ha puesto una mayor observación de lo que pasa y se ha detectado un patrón de comportamiento de la delincuencia, en lo que parecería que hay una estrategia de ir avanzando por tramos con dirección al zócalo.
“Es como si los delincuentes fueran tomando manzana por manzana. Los afectados, presenten o no denuncia, procuran al menos avisarle a la Policía, por ejemplo a las patrullas que de vez en cuando se pasean por aquí; porque nada más hacen eso: pasearse. Llegamos a verlos dos o tres veces al día, pero solamente pasan en la patrulla, con la vista al frente, sin siquiera voltear a ver si algo pasa. Hay que hacerles señas para que se detengan”, narran los afectados.
Y eso no es todo, : los ciudadanos que viven en la zona o realizan actividades laborales o comerciales, han podido detectar los centros de operación de las bandas criminales. Algunos de los delincuentes se refugian y planean sus atracos desde dos de los parques que hay sobre la 16 de Septiembre: el del Carmen, entre la 15 y la 17 Oriente, y el Federico Escobedo, entre la 21 y la 23 Oriente.
“Si la Policía vigilara más estos dos parques, pero no solamente desde sus patrullas, sino poniendo atención a lo que pasa en ellos, estamos seguros que los delitos de este tipo disminuirían”, recomendó un residente de una colonia de esa zona.
“Los criminales son tan cínicos, y se sienten tan seguros, que simplemente van caminando sobre la 16 y le quitan el celular a alguien o se meten a los negocios a asaltar, y luego siguen caminando por la misma calle como si nada, porque ya saben que nunca se van a topar con la Policía, que nadie los va a detener”, dicen los dueños de comercios que frecuentemente son testigos de los asaltos.
Como siempre ocurre, todo mundo presencia los asaltos, sabe de los horarios en que son más frecuentes y las formas en que los llevan a cabo. Los únicos que no se enteran son los policías que dirige Lourdes Rosales Martínez.