La oportunidad de una nueva Constitución
Por La Jornada | Domingo, Febrero 10, 2019
José Agustín Ortiz Pinchetti
Hace 50 años Daniel Cosío Villegas ya señalaba la necesidad de una amplia reforma a la Ley Suprema, exponiendo lo opaco de su articulado, lo anticuado que resultaba el texto ante los cambios inevitables, su lenguaje pedestre
y su gramática insufrible
. Actualmente el doctor Diego Valadés ha señalado las deficiencias de los cientos de reformas que se le han hecho a la Constitución que terminaron mutilándola, desordenándola y haciéndola incomprensible a la mayoría de los lectores.
Por lo tanto existe la obligación urgente de meterle mano a la Constitución. ¿Cuál sería el momento apropiado? Sin duda no sería el actual, sino después de las elecciones intermedias de 2021. Se renovará entonces la Cámara de Diputados federal y se convocará a un referéndum para que se ratifique o revoque el nombramiento del presidente. La población decidirá a favor de la Cuarta Transformación o en contra, replegándose hacia una posición más conservadora. Si vota por AMLO/Morena podría convocarse a una Asamblea Constituyente que tendría tres vías: a) revisar el texto actual para eliminar sus inconsistencias y redundancias; b) reorganizar la Constitución para quitarle textos que deberían estar en leyes secundarias, como propone Valadés; o, redactar una nueva Constitución que incorpore las propuestas de la Cuarta Transformación y los principios históricos del Estado mexicano.
¿En qué fecha podrían programarse los trabajos en cualquiera de estas líneas? Me gustaría que fuera el 5 de febrero de 2022. Una vez asimilado el resultado electoral del verano de 2021. Si el voto hubiera sido negativo habría que esperar otro momento histórico, quizás en 2024.