Dos fallos al hilo favorecerán la narrativa morenovallista, pero el pleito seguirá
Por El Sol de Puebla | Lunes, Septiembre 24, 2018
Jorge Rodríguez/El Sol de Puebla
No importa que el rival se llame Andrés Manuel López Obrador y que este se encuentre cerca de despachar en Palacio Nacional, con la banda presidencial sobre el pecho.
Ese parece ser el razonamiento del morenovallismo frente al recuento de votos ordenado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la condena puntual del futuro Presidente de México al desarrollo de los comicios de gobernador en el estado.
El grupo en el poder se muestra dispuesto a defender como sea la constancia de mayoría que le fue entregada a Martha Erika Alonso apenas una semana después de la jornada electoral.
La pelea del ex gobernador Rafael Moreno Valle contra Luis Miguel Barbosa, Morena, y ahora también López Obrador, por tratar de retener la gubernatura, se desarrolla en el terreno jurídico, en el político y en el mediático.
En este último, con el fin de construir una percepción que le ayude a él y a su grupo a impedir que los magistrados federales anulen los comicios y soliciten elecciones extraordinarias.
Muestra de eso es la declaración de Fernando Chevalier Ruanova, presidente del Tribunal Electoral del Estado, emitida este fin de semana, en la que dijo que la institución bajo su cargo resolverá la nulidad de la elección demandada por Morena hasta después de que los magistrados federales anuncien el resultado del recuento de los votos.
La expresión suena coherente.
Como el Tribunal tiene hasta el 10 de octubre para pronunciarse al respecto, a sus integrantes no tendría por qué correrles ninguna prisa.
El punto es que hace unos días no pensaban así.
Los magistrados locales tenían previsto celebrar una sesión y anunciar el fallo en contra de la nulidad el sábado 15 de septiembre, en medio de los festejos patrios.
Eso no pasó.
Ahora se sabe que la encomienda pudo ser abortada por alguna filtración salida del tribunal federal hacia los morenovallistas, que les hizo saber de la orden que venía para el nuevo conteo de votos.
Primero el recuento de sufragios y luego el fallo, advierte Chevalier, lo que responde a una evidente estrategia de reacción frente a la dura sentencia del Presidente electo.
Un recuento en favor de Martha Erika, llevado a cabo por representantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con testigos de los partidos políticos presentes en las mesas, dará fuerza a los magistrados locales.
La eventual confirmación de los resultados, lograda tras el recuento, y la sentencia del tribunal estatal en favor de la gobernadora electa otorgarán herramientas de lucha a los panistas, que usarán esos dos elementos para tratar de impedir el manotazo de López Obrador.
La idea es construir una narrativa que genere a su vez una percepción pública de triunfo electoral conseguido a la buena, pese a las acusaciones.
Con eso la ex secretaria general del PAN puede recibir cierto blindaje y salir beneficiada, mientras abogados y cabilderos siguen en lo suyo, preparando el terreno para cuando la segunda impugnación de Barbosa, desechada aquí, llegue al tribunal federal.
Por lo pronto, esa misma autoridad favoreció a Morena en dos casos llevados a sesión en la última semana.
En uno le retiró la constancia de mayoría al candidato a presidente municipal del PRI en Tecoanapa, Guerrero, ante la “falta de certeza en la custodia de los paquetes electorales y la vulneración a la integridad de la cadena de custodia de los mismos”; y en otro, mucho más relevante, anuló la elección de alcalde en Coyoacán, en la Ciudad de México, por el uso electoral de programas sociales y violencia política de género.
Como usted imaginará, Morena fue el partido que solicitó –y consiguió—la anulación.