El conflicto poselectoral y la visita sabatina de AMLO a Puebla

Por El Sol de Puebla | Miércoles, Septiembre 26, 2018

Jorge Rodríguez/El Sol de Puebla

El recuento de votos de la contienda a la gubernatura ha provocado una avalancha de señalamientos de un lado y, de otro, acusaciones, revires y supuestas correcciones que han venido a enturbiar más el ya de por sí agitado conflicto poselectoral que se vive en Puebla desde la noche del 1 de julio.

Si se encuentra usted en medio de la tormenta seguro se preguntará cuál de los dos grupos políticos tiene la razón, si el de Martha Erika Alonso Hidalgo, que “celebró” el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ante la esperada ratificación de los resultados, o el de Luis Miguel Barbosa Huerta, que se mantiene a la caza del cúmulo de irregularidades que necesita para conseguir los comicios extraordinarios.

Los colaboradores de la gobernadora electa, que lo es mientras las autoridades electorales no digan lo contrario, sostienen que el recuento confirmará el triunfo de Martha Erika y que ninguna de las presuntas anomalías denunciadas por los representantes de Morena servirá para anular la elección.

Los morenistas, por su parte, afirman que el resultado del nuevo conteo no será definitorio en la lucha poselectoral y que las supuestas irregularidades serán de utilidad para la segunda impugnación, la que demanda nulidad.

Aquí es donde se han enfrascado en una guerra de dimes y diretes, en la que cada parte afirma tener la razón y descalifica al rival por supuestamente mentirle al respetable.

Lo cierto es que, en mayor o menor medida, ambos bandos dicen la verdad.

Vea usted.

El lunes el magistrado presidente de la Sala Regional de la Ciudad de México, donde se realiza el recuento, Armando Maitret Hernández, fue muy claro con los reporteros interesados en el tema:

“¿Hay posibilidades de encontrar en este recuento pruebas que pudieran sustentar la nulidad de la elección?”, preguntó un periodista.

“La diligencia se concreta a revisar votos, votos emitidos en favor de las candidaturas o votos nulos (…) vamos a dar fe de lo que está en el paquete, pero lo que vamos a revisar en específico es cómo se contabilizaron los votos”, respondió el magistrado.

“Los partidos políticos podrán, si encuentran algo en los paquetes, solicitar que se haga constar”, agregó, “pero nosotros no buscamos eso en la diligencia. La diligencia se reduce a eso y en eso vamos a ser escrupulosos, en recontar los votos que se emitieron en esta elección”.

Estas palabras, que responden a la realidad jurídica y técnica del recuento, le dan la razón al equipo de Alonso.

Por más irregularidades que encontraran o creyeran encontrar los sabuesos de Morena, no podrán ser integradas al proceso de recuento para tratar de anular la contienda.

Y no porque no sean buenas ni estén sustentadas, sino porque la diligencia, como ha explicado Maitret, se limitará a contar los sufragios y nada más.

Eso explica el optimismo de los representantes de la exsecretaria general del PAN.

Tienen confianza en la ratificación de los resultados y se han preparado para ampliar su ventaja a través de un minucioso trabajo de recuperación de votos nulos.

No se sorprenda si al final del ejercicio Martha Erika consigue más de cuatro puntos de diferencia sobre Barbosa.

El asunto es que los morenistas tampoco mienten cuando expresan que las anomalías que aseguran haber detectado les servirán para conseguir la anulación.

El recuento es visto por ellos como un minijuicio, menor en importancia con relación al de nulidad.

Juran tener en su poder pruebas de las irregularidades y esperan poseer más conforme avance el recuento, lo que les permitirá, según sus cálculos, conseguir un fallo favorable una vez que el segundo juicio llegue al Tribunal Federal, sin importar lo que suceda al final del conteo, que ahora mismo se lleva a cabo en la capital del país.

El reto será demostrar que se rompió la cadena de custodia del material electoral, como acusan.

Si Andrés Manuel López Obrador no interviene, pese a la posición pública que ya fijó, los defensores de Barbosa y la coalición Juntos Haremos Historia dependerán única y exclusivamente de su eficacia para lograrlo.

Así están las cosas en el conflicto poselectoral.

Unos confiados en el recuento para ganar la percepción social y legitimar la constancia de mayoría que tienen en la mesa y otros esperanzados en las capacidades de sus abogados para encontrar los hallazgos que les abran la puerta a una nueva contienda electoral.

AVISO PARROQUIAL

César Yáñez Centeno y Dulce María Silva Hernández contraerán nupcias el próximo sábado en la ciudad de Puebla.

Él es uno de los hombres más cercanos al futuro presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de quien será coordinador general de Política y Gobierno, y ella ocupó espacios en medios locales por haber sido apresada en el gobierno de Rafael Moreno Valle por su presunta responsabilidad en la comisión de un delito del que fue absuelta después.

La ceremonia religiosa se realizará en la Capilla del Rosario a las cinco de la tarde y la recepción para el banquete tendrá lugar en el Salón San Francisco del Centro de Convenciones al terminar la misa.

Se espera la asistencia de 500 invitados, entre ellos, por supuesto, el principal de los testigos de la boda civil y virtual mandatario mexicano.

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