Te pasas de morenovallista, el mensaje para Enrique Doger

Por El Sol de Puebla | Jueves, Julio 19, 2018

Jorge Rodríguez/El Sol de Puebla

La reaparición de Javier López Zavala para corregir a Enrique Doger Guerrero en su acelere por reconocer a Martha Erika Alonso como gobernadora electa y dar por terminada la elección es un mal síntoma para el exabanderado priista.

“Zavala es Zavala” dirán sus críticos en perjuicio de su calidad moral para emitir pronunciamientos o hacer llamados a la preservación de las buenas prácticas en el PRI, después de haberse convertido en cómplice de Rafael Moreno Valle tras la derrota electoral de 2010.

Cierto.

Sin embargo, dada la posición que todavía ocupa en el Comité Ejecutivo Nacional, como subsecretario de Operación Política, y a su acostumbrada ausencia de los debates partidistas en tiempos en los que no queda nada que repartir, como ahora, es muy posible que haya actuado a petición expresa de un personaje más.

Quien haya mandado a López Zavala desde el CEN, aun en medio de la renuncia de René Juárez Cisneros y el ascenso de Claudia Ruiz Massieu, desaprueba la actuación del excandidato a gobernador en el proceso electoral, pero, sobre todo, en el conflicto postelectoral.

Desacreditar a Doger en público, aclarar que lo que ha dicho y hecho ha sido a título personal y que no representa la postura del partido, que por su parte se encuentra a la espera de que se resuelvan las impugnaciones en tribunales para dar por cerrada la elección, es un claro mensaje enviado desde la capital del país.

La lectura posible es solo una: que allá en la dirigencia nacional tienen clara la alianza política de su excandidato a gobernador con el morenovallismo y, por ende, con la gobernadora electa.

Esto pronostica una división en el seno del PRI, que tendrá efectos proporcionales a la influencia del autor del mensaje con la nueva presidenta del partido.

Ese personaje, que usó al mensajero López Zavala, no puede ser otro más que Charbel Jorge Estefan Chidiac, quien despacha en el edificio de Insurgentes Norte como secretario de Operación Política.

Queda claro que Estefan intentará quitar a Doger el papel -que ya se adjudica- de interlocutor único del grupo en el poder con el priismo del estado.

Que lo logre será otra cosa.

Podrá hacerlo si convence a Ruiz Massieu de lo que en Puebla ha sido evidente.

Mientras tanto, una figura local con sobrada calidad moral, como Iván Galindo Castillejos, hizo lo mismo que el excandidato a gobernador de 2010 una vez que se supo del aval dogerista al resultado de la contienda: reprobó la decisión y la llamó equivocada.

 

Pese a todo esto la pugna que se avecina es una buena noticia para los priistas porque revela que su partido, aun en contra de todos los pronósticos que se hicieron antes y después de la elección, no ha muerto.

Al menos no todavía.

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