Manual básico para sobrevivir al tsunami lopezobradorista

Por El Sol de Puebla | Viernes, Junio 15, 2018

Jorge Rodríguez/El Sol de Puebla

Si es usted candidato o candidata del morenogalismo a un puesto de elección popular y se come las uñas por la incertidumbre de no saber qué ocurrirá el domingo 1 de julio con el efecto López Obrador, por no poder prever con exactitud el nivel de arrastre que tendrá el tabasqueño sobre los demás aspirantes de Morena en el estado, mejor ocúpese en repasar sus propias fortalezas… y debilidades.

La intención de voto que posee Andrés Manuel López Obrador es motivo de preocupación para sus adversarios del PAN y sus partidos satélite y también para algunos aspirantes del PRI –escasos en realidad—que confían en sus talentos para llegar en plan competitivo a los comicios.

Eso es comprensible.

No obstante, frente a la imposibilidad de predecir el futuro, la sugerencia es recurrir a un ejercicio de reflexión que permita más o menos mirar las probabilidades de éxito dentro de este complejo escenario.

Para ello se recomienda a los candidatos analizar sus condiciones individuales en tres aspectos.

Uno: capital político.

Dos: estructura.

Y tres: dinero.

El capital político es ese bien intangible que genera conocimiento y autoridad moral sobre ciudadanos con influencia en comunidades y sectores específicos.

Es la base social para sostener una aspiración política y solo se consigue a través del tiempo y el trabajo personal.

No hay manera de adquirirlo de un día para otro, ni con miles o millones de pesos disponibles en la bolsa.

Se tiene o no se tiene.

La estructura es ese ejército de operadores que resulta fundamental para el día de la elección.

Sus miembros son los que movilizan o acarrean votantes, vigilan las casillas electorales, maniobran para reducir la participación de sus oponentes y, en caso necesario, pelean al final de la jornada para defender los sufragios encomendados por el jefe.

En esta contienda, el resultado de la estructura será inversamente proporcional al tamaño de la ola lopezobradorista.

Entre más grande sea el arrastre del tabasqueño, menores serán los efectos de las labores asignadas a los operadores.

Aun así, su existencia es significativa y necesaria.

Por último está el dinero.

El recurso económico es un elemento clave para apuntalar el posicionamiento del candidato durante la campaña, pero es todavía más relevante para el día “D”.

El día de la jornada electoral se utiliza para darle vida a la estructura que se convierte en ejército personal del aspirante a gobernador, presidente municipal o legislador.

Según lo comentado por un importante estratega del morenogalismo, estos tres aspectos de la lucha electoral son los que pueden armar una candidatura altamente competitiva frente al eventual tsunami.

Tiene razón.

Ahora revise usted si cuenta con ellos.

Si los tiene, los tres, no se preocupe de más.

No vaya a enfermarse de los nervios o sufrir un infarto, solo esté atento a sus circunstancias y haga las tareas que debe hacer.

Si no los tiene, entonces inquiétese, cruce los dedos o récele al santo que sea de su devoción para pedir que todas esas encuestas que se han visto hasta hoy, que ponen al tabasqueño en la cúspide de las preferencias, muy por encima de sus rivales del PAN y del PRI, terminen siendo inexactas.

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