Irrelevante, para Puebla, el episodio Margarita Zavala
Por El Sol de Puebla | Viernes, Mayo 18, 2018
Jorge Rodríguez/A puerta cerrada/El Sol de Puebla
La sonada renuncia de Margarita Zavala Gómez del Campo a la elección presidencial parece no dejar repercusiones de relevancia para la contienda en Puebla.
Con todo y que el hecho acaparó los comentarios de las mesas poblanas dedicadas al escrutinio de los temas de índole electoral, los equipos de campaña de las principales fuerzas políticas en competencia llegaron a una conclusión más o menos similar:
La ex primera dama del país nunca se acercó a los ocho puntos porcentuales en intención de voto que, se creyó, podría alcanzar, por lo que su declinación no ayudará a mover las tendencias en favor de nadie, ni de Ricardo Anaya Cortés y los partidos que lo postulan, y menos en Puebla, donde su presencia y sus seguidores eran menos que escasos.
Margarita Zavala dejó de contar con el apoyo de los panistas tradicionales, sobre todo de aquellos vinculados a la extrema derecha y al Yunque, una vez que decidió renunciar al blanquiazul para buscar la candidatura presidencial por la vía independiente.
De todos esos personajes públicos que respaldaban su proyecto, entre ellos Eduardo Rivera Pérez, solo le sobrevivió la regidora Myriam Arabian Couttolenc.
Las aspiraciones políticas de Rivera y su posterior postulación como abanderado a presidente municipal de Puebla llevaron al grupo que encabeza a celebrar un acuerdo con Anaya, a quien prometieron sumarle trabajo político y votos en el duelo con Andrés Manuel López Obrador.
Es decir, los más zavalistas de Puebla dejaron de serlo desde algunos meses atrás
Por eso, después de horas de acalorados planteamientos acerca de los motivos que la llevaron a abandonar la contienda y de especulaciones en torno a su futuro inmediato, incluso como hipotética comparsa del PRI, el veredicto era el mismo.
Zavala Gómez del Campo no impactará en los resultados electorales del estado, donde los tres principales candidatos a gobernador, los únicos en realidad, mantienen la estrategia de competencia mostrada en los primeros días de campaña.
Martha Érika Alonso subida en un carrusel de propuestas y sin recurrir a la confrontación directa con sus adversarios. Para eso están su vocero, su coordinador general y los dirigentes del partido del que fue secretaria general.
Luis Miguel Barbosa montado en una estrategia de contraste y lanzas verbales vertidas en contra del morenovallismo, a la defensiva por los contraataques del ex gobernador y liado a golpes (figurados) con el candidato del PRI.
Enrique Doger Guerrero en una mejor orquestada campaña de contraste, hiperactivo y ruidoso en medios, donde mejor se mueve, y empeñado en escalar al segundo lugar de las preferencias electorales para, de ahí, conseguir la hazaña.
Ninguno de los tres tomó con trascendencia lo de Zavala.
Vieron, comentaron y siguieron la ruta por la que venían.