Al Frente, por caciques y dinastías…

Por Excélsior | Lunes, Enero 15, 2018

Enrique Aranda/De Naturaleza Política/Excélsior

Empeñados, al parecer, en replicar el modus operandi del “viejo PRI”, en lo que a controlar el país vía la entrega de “parcelas de poder” refiere, los partidos firmantes de la alianza de Por México al Frente, y más específicamente su autoimpuesto (pre)candidato presidencial, Ricardo Anaya Cortés, avanzan hacia la creación y/o consolidación de cacicazgos y/o dinastías de carácter regional y/o local… a cambio de concretar el (acrítico) apoyo de estos a sus proyectos a nivel federal.

Igual en Veracruz, donde Miguel Ángel Yunes busca imponer a su hijo (del mismo nombre) como aspirante a sucederlo a nivel estatal que en la capital del país en que, está claro, el único con derecho a decidir a quién sí y a quién no postula la antinatural coalición es Miguel Ángel Mancera; en Puebla, donde el exmandatario Rafael Moreno Valle acabará ungiendo a Martha Erika Alonso, su esposa, como candidata frentista al gobierno estatal, y en Morelos, aunque con la variación de que aquí no será la cónyuge de Graco Ramírez, sino su hijastro Rodrigo Gayosso, quien intente sucederle, las dirigencias de PAN, PRD y MC han aplicado aquello de no digo, no veo y no oigo, como si nada irregular ocurriera en esos territorios donde, huelga insistir, alguno o más de los tres  partidos tiene una posición prominente.

En las últimas semanas, inclusive, en Puebla capital cobró forma y fuerza la especie de que, alentado por el cacique estatal y con la supuesta anuencia de Anaya, el alcalde Luis Banck habría comenzado a dar pasos hacia su eventual permanencia en el cargo, a la que llegó en calidad de interino, lo que no sólo resultaría contrario a toda práctica democrática e irritaría a la ciudadanía, sino que, además, violentaría disposiciones legales y daría paso con ello a impugnaciones, se estima, de priistas y, sobre todo, de morenos que creen estar en opción de competir (con posibilidades) por la gubernatura, la propia alcaldía y, obvio, la Presidencia.

Hablamos, para decirlo con claridad, de la recurrente práctica en que incurren dirigentes y/o grupos de canjear el “control” de territorios (políticos)  específicos, como es el caso, a cambio de obtener el irrestricto y acrítico apoyo de los líderes involucrados… conscientes de que, en un momento determinado, lo importante en la puja por el poder es lo que estos les aporten…

Igual que en Veracruz, la Ciudad de México u otros lares, entonces, la insistencia en avanzar en la imposición de propuestas, prácticas y/o candidaturas predefinidas, sin apoyo de la ciudadanía en tales parcelas, no hará más que confirmar lo que de tiempo atrás parece ser, es certeza generalizada: que tanto para Anaya como para el naranja Dante Delgado Rannauro o el manceristaManuel Granados Covarrubias, lo importante no es avanzar en la construcción o perfeccionamiento de la democracia sino, obviamente, la conquista inmediata o preservación del poder ¡a costa de lo que sea!...

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