Por servir a dos jefes, diputado Piña votó a favor y en contra de la Ley de Seguridad Interna

Por La Jornada de Oriente | Lunes, Diciembre 18, 2017

Fermín Alejandro García/Cuitlatlán/La Jornada de Oriente

Si hubo un voto peculiar en la reciente aprobación de polémica Ley de Seguridad Interna fue el de Juan Pablo Piña Kurczyn, quien primero estuvo en contra, luego a favor y luego mejor ya no se presentó al pleno de San Lázaro. Es decir el diputado federal utilizó todas las opciones posibles. Esa falta de consistencia en una posición es resultado de que quiso estar bien con todo mundo y al final no quedó del todo bien con nadie.

Por un lado, se sabe que el legislador por el distrito federal de Teziutlán estuvo a favor de la iniciativa en atención a un llamado del gobernador Antonio Gali Fayad, quien pidió a los legisladores panistas manifestarse a favor del proyecto de dicha ley.

Sin embargo, se vio obligado a cambiar de posición por su estrecha relación con Ricardo Anaya Cortés, el ex presidente nacional del PAN y aspirante presidencial de la coalición Por México al Frente.

El periplo fue así: Juan Pablo Piña es miembro de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados y ahí, fue uno de los principales legisladores que votó contra el proyecto de la Ley de Seguridad Interna, que a decir de organismos internacionales y organizaciones defensoras de derechos humanos atenta contra la libertades civiles y es la puerta a la militarización de la seguridad pública.

Al parecer esa posición inicial era porque Ricardo Anaya quería mandar el mensaje de que el PAN no cedería tan fácilmente al capricho del presidente Enrique Peña Nieto de aprobar una norma exigida por el Ejército en el último tramo del año, sin una profunda discusión y haciendo caso omiso a todas las críticas.

En un segundo momento, cuando el proyecto pasó al pleno de San Lázaro, Piña Kurczyn dio un giro de 180 grados y lo que antes había votado en contra, ahora lo hizo a favor.

Ese cambio se debió a que hubo una petición de José Antonio Gali, quien pidió a todos los diputados panistas de Puebla respaldar el proyecto en cuestión, luego de que en el seno de la Conago se logró el consenso de los mandatarios  estatales a favor de la iniciativa.

Pero cuando la ley regresó a la Cámara de Diputados –el viernes pasado– para su modificación y luego de que pasó por el Senado, Juan Pablo Piña prefirió ausentarse del pleno, para ya no expresar una posición ni a favor ni en contra.

¿Qué pasó con el diputado de Teziutlán?, ¿Piña estuvo de acuerdo o en contra, o todo lo contrario? Al final su posición es un galimatías. Eso le pasa por servir a dos jefes políticos.

Creo que le valdría le pena reflexionar el pasaje bíblico 6:24 de Mateo: “Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”.

Meade, molesto por la visita a Puebla

Quienes vieron al virtual candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, en su últimos momentos en Puebla, narran que se le veía muy molesto, inconforme, con el resultado de su visita a la capital como parte de su arranque de precampaña.

Fueron dos los motivos que dejaron un mal sabor al ex secretario de Hacienda y Crédito Público:

Primero: que el PRI poblano no pudo mostrar fuerza, vigor, capacidad de convocatoria, el sábado pasado. El evento más importante, de las cuatro actividades que tuvo el aspirante, fue una auténtica decepción, pues el recinto tenía cabida para unas 2 mil 500 personas y apenas llegaron unos 900 acarreados.

Y muchos de los asistentes se fueron antes de concluir el evento, es decir no les interesó escuchar al próximo abanderado tricolor.

Supuestamente el PRI poblano proyecta darle un millón de votos al candidato tricolor –según palabras del subsecretario de la Sedatu, Juan Carlos Lastiri– y resulta que el fin de semana, en pleno Centro Histórico de Puebla, no pudo llenar un auditorio que muchos pensaban que iba a lucir abarrotado y al final, no estaba ni a la mitad de su capacidad.

Segundo: causó mucha molestia en el equipo del aspirante priista que surgieran los reclamos de que se han negociado los triunfos del PRI en Puebla a favor del PAN.

Parecía entonces que el protagonista central de la próximo contienda electoral no es José Antonio Meade, sino el ex gobernador panista Rafael Moreno Valle Rosas, pues de acuerdo con lo que se expresó el sábado el tricolor solamente tiene posibilidades de ganar si no se vuelve a pactar con el ex mandatario una votación a favor del PAN.

Se supone que el objetivo central de la visita de Meade era legitimar su segura postulación como candidato, luego de ser electo por “el dedazo” del presidente Enrique Peña Nieto. No era el momento de hablar de las debilidades del PRI, pues el aspirante apenas empieza a tomar vuelo rumbo a la contienda de 2018.

¿Quién fue el responsable de los malos resultados de esta visita? Todos apuntan a una sola persona: Rocío Gracía Olmedo, la secretaria general del PRI poblano, quien es la que manda en el partido y no acepta críticas, cuestionamientos, opiniones o que alguien corrija lo más mínimo. Autoritarismo puro, es su forma de actuar, acusan en el tricolor.

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