Buenos saldos de Meade en Puebla, pero la duda sigue

Por El Sol de Puebla | Lunes, Diciembre 18, 2017

Jorge Rodríguez/A puerta cerrada/El Sol de Puebla

La visita de José Antonio Meade Kuribreña a tierras poblanas pudo haberse llevado el título de “exitosa” o “muy exitosa” de no haber sido por un pequeño gran detalle ocurrido la noche del jueves en la capital del país: la exclusión de Puebla en el registro de coalición electoral celebrado por el PRI, Nueva Alianza y el Verde.

Apresurados, integrantes de la dirigencia local tricolor intentaron explicar el hecho con el supuesto interés del ‘Panal’ y el Verde por competir solos en el estado, para tener, según dijeron, mayores probabilidades de éxito en la conservación de su registro ante la autoridad electoral.

En un escenario distinto al de Puebla este suceso habría carecido de relevancia.

Sin embargo, dado el historial de complicidades entre la dirigencia nacional del PRI y el ex gobernador Rafael Moreno Valle, la exclusión le hizo ruido a Meade.

El ex secretario de Hacienda y Crédito Público vino a Puebla el sábado en visita de precampaña.

Como precandidato presidencial del PRI, sostuvo cuatro reuniones privadas y una pública.

Dio inicio con el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa; continuó con representantes de medios de comunicación, militantes del tricolor y empresarios, y terminó con los aspirantes de su partido al gobierno del estado.

En la mayoría de los encuentros fue cuestionado sobre la autenticidad de la contienda que habrá de disputar el PRI con los candidatos del grupo en el poder y el PAN.

En todos respondió que será una pelea de a de veras  y negó cualquier posibilidad de negociación política con el morenogalismo.

“Quien piense que Puebla está negociada, está muy equivocado”, sostuvo.

El problema fue lo sucedido cinco minutos antes de la medianoche del jueves en la sede del Instituto Nacional Electoral.

Enrique Ochoa Reza, del PRI;  Luis Castro, de Nueva Alianza, y Carlos Puente, del Verde, presentaron el convenio de coalición parcial para ir juntos en la elección de presidente de la república, senadores y diputados federales, pero solo en algunas entidades del país.

Puebla quedó fuera.

Para reducir los efectos negativos que esa noticia tuvo en el ánimo de los priistas, Meade Kuribreña expuso que eso podría ser distinto en el estado.

No dio por hecho que habrá alianza con esos dos partidos en la elección local, pero pidió esperar a que Ochoa, desde el Comité Ejecutivo Nacional, intente llegar a un acuerdo con sus pares del ‘Panal’ y el Verde para sumar fuerzas contra el PAN.

Del resultado de esas supuestas conversaciones dependerá la confianza o la desconfianza del priismo poblano en la veracidad de la lucha electoral.

A los tricolores de Puebla les cuesta creer que el CEN carezca de las herramientas políticas necesarias para hacer que Luis Castro y Carlos Puente le den al “sí” a la coalición estatal con su partido.

El temor es que no se celebre no por falta de instrumentos, sino por falta de intención.

Ahí es donde se desatan los demonios de la sospecha.

Meade vino a hacer precampaña para sí mismo.

Lo hizo, pero de paso se llevó un recital de quejas y descripciones de la realidad política que ha sufrido el partido que lo postula desde que perdió la elección de gobernador en 2010.

Pese a la insistencia en negarlo, la pregunta sigue en el aire:

¿Llevarán el PRI y su candidato presidencial de aliado en la elección de Puebla a Moreno Valle?

Los operadores del ex gobernador juran que sí.

La buena noticia para el tricolor es que Ochoa Reza aún tiene tiempo para hacer valer aquello que soltó el mes pasado en una conversación con los poblanos, cuando pidió llamar “pendejos” a quienes pusieran en duda el objetivo del partido por regresar a Casa Puebla.

https://www.elsoldepuebla.com.mx/columna/buenos-saldos-de-meade-en-puebla-pero-la-duda-sigue