A Moreno Valle le dieron la espalda todos sus aliados políticos

Por La Jornada de Oriente | Jueves, Diciembre 7, 2017

Fermín Alejandro García/Cuitlatlán/La Jornada de Oriente

Al final, Rafael Moreno Valle Rosas va a acabar regresando a su origen: ejercer un férreo cacicazgo en Puebla y olvidarse de brillar en la política nacional. Su periplo para buscar ser candidato presidencial está a punto de concluir y tiene como saldo principal que fue abandonado por todas las fuerzas políticas en que se había cobijado, en las que procuró tener el control y suponía que el sería el que tomaría las decisiones más trascendentes en torno a la sucesión del año 2018, pero al final quedó al margen de todas estas agrupaciones.

La apuesta que Moreno Valle tenía hasta hace algunos meses era la siguiente:

Primero: que en el PAN él sería el candidato presidencial o en su defecto el fiel de la balanza para decidir quién sería el abanderado.

Visto de otra manera: que sería el obstáculo para que Margarita Zavala o Ricardo Anaya, el presidente nacional del albiazul, alguno de los dos, fuera el candidato presidencial. O por el contrario, que cualquiera de ellos necesitaría su respaldo para alcanzar la postulación.

Segundo: en el PRD tendría el respaldo de Nueva Izquierda y de otras tres tribus más que lo impulsarían como candidato de la coalición formada con el PAN, y sobre todo, que le cerraría el paso a Miguel Ángel Mancera, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, para evitar su posible postulación.

Tercero: que el Partido Movimiento Ciudadano (PMC) –que es propiedad del veracruzano Dante Delgado– estaría a su total disposición y el ex mandatario poblano sería la propuesta del PMC de ser su abanderado presidencial.

Cuarto: el partido Nueva Alianza, que es la agrupación electoral del magisterio, recularía en su proyecto de unirse al PRI y se acabaría sumando al Frente Ciudadano por México, es decir con el PAN, el PRD y PMC, con la condición de impulsar a Moreno Valle como aspirante a la titularidad del Poder Ejecutivo Federal o de líder del Senado de la República.

Al final nada de eso ocurrió.

En el PAN, Moreno Valle no influye en los órganos de gobierno y su índice de popularidad, entre panistas y la población en general es insignificante.

Ni Ricardo Anaya ni Margarita Zavala, la esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, por ahora tienen de aliado a Moreno Valle. En sus proyectos políticos no cabe el ex gobernador de Puebla.

En el PRD todos le dieron la espalda al ex mandatario de Puebla. Nueva Izquierda y todas las demás tribus del partido han formado “una cargada” para que el candidato presidencial pudiera ser Miguel Ángel Mancera.

En el presente, Moreno Valle ha buscado limar asperezas con Mancera, para no quedarse fuera de la construcción de la candidatura presidencial del Frente Ciudadano por México.

Aunque Dante Delegado le había vendido el control del PMC a Moreno Valle, ahora esta fuerza política ha buscado convertirse en una aliada del PAN y de Ricardo Anaya, quien es el panista más odiado por el morenovallismo.

Y el Panal, ya está negociando hacer una alianza electoral con el PRI. Con Moreno Valle el partido del magisterio no ve un futuro prometedor.

¿Qué le quedó a Moreno Valle?

Replegarse en Puebla y ofrecer una votación favorable, en territorio poblano, a la fuerza política que le prometa una alianza abierta o de facto, incluido el PRI.

Lo más seguro, es que acabará operando electoralmente a favor del PRI desde las sombras, es decir de manera oculta.

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