Hay signos de una caída espectacular del PRI-gobierno

Por La Jornada | Domingo, Marzo 19, 2017

EL DESPERTAR Por: José Agustín Ortiz Pinchetti 

Impedir el cambio: a como dé lugar 

Hay signos de una caída espectacular del PRI-gobierno (como lo llamábamos antiguamente); pierde cada día apoyo popular y gana repudio. Esto se refleja en las encuestas. Todos lo constatamos en el ambiente cotidiano. Un signo es la virulencia de las autoridades contra el opositor más fuerte. Es difícil que estas tendencias disminuyan: nos esperan meses ­difíciles.

Durante el gobierno de Miguel de la Madrid el grupo de tecnócratas que lo controlaba abandonó el viejo nacionalismo revolucionario, deteriorado por los gobiernos fallidos de Echeverría y López Portillo. Una nueva generación educada en Estados Unidos desplazó a la generación de políticos que estaban a punto de tomar el poder. La nueva élite cuyo capitán fue Carlos Salinas de Gortari no fue capaz de aprovechar en favor de México el fenómeno de la globalización, para ellos no significó nada el interés nacional. No construyeron un mercado abierto, sino una estructura de monopolios. Repudiaron la democracia como un estorbo. Carecían de conocimiento real del país y de su historia. Volvieron relativa la moral pública, dieron paso a la mayor corrupción en la historia de México.

El efecto político de todo esto es un desgaste inexorable: la inconformidad es cada vez más fuerte y se expresará en el voto. De acuerdo con lo que vemos ahora, es inevitable que el PRI pierda las elecciones de 2018 y por desgracia no podemos esperar que respeten el sistema legal. Están en riesgo intereses personales y de grupo acumulados durante décadas. Éstos forman una urdimbre descrita por Alejandra Salas-Porras: el proyecto neoliberal ha sido un fracaso histórico para el país, pero un gran éxito para las élites tecnocráticas y para algunas de las grandes corporaciones que aumentaron su poder económico y proyectaron sus negocios internacionalmente (La economía política neoliberal en México).

Esta élite está en el poder desde hace más de 30 años, sabe que un cambio profundo implicaría desarticular sus privilegios. Harán cualquier cosa para impedir el triunfo de la oposición. Podrían propiciar un golpe de Estado o un atentado. El líder del PRI anunció hace poco la enfermedad de AMLO, como apunta en reciente entrevista Porfirio Muñoz Ledo. La única defensa es la solidez de la organización política. Hasta hoy la sociedad no demuestra suficiente sensibilidad. Esto aumenta la posibilidad de agresiones ilícitas.