Roban gasolina con mangueras que conectan de ductos a cisternas

Por La Jornada de Oriente | Lunes, Febrero 27, 2017

Quienes se han dedicado al robo de combustible en la entidad han implementado una nueva modalidad para ordeñar los ductos de Pemex, los delincuentes perforan el ducto y vinculan una manguera que se entierra hasta desembocar en una cisterna a varios kilómetros de distancia.

Para evitar que sea detectado con facilidad, el conducto de plástico se sepulta y se traslada entre cinco y seis kilómetros hasta llegar al lugar donde se almacena, según informaron a esta casa editorial agricultores de la región de Palmar de Bravo, Quecholac y Yehualtepec.

Y es que se presume que los jornaleros favorecen con parte de sus tierras para que se pueda ocultar la manguera que conduce el hidrocarburo robado, además se les pide que mantengan sus sembradíos vigentes para evitar sospechas de que los terrenos son utilizados como parte de este delito de índole federal.

Es así que las bodegas que hacen la función de cisternas se pueden encontrar, incluso, en otros municipios distintos de donde se realizó la perforación, como General Felipe Ángeles, Soltepec, o Mazalpitec de Juárez, que son demarcaciones que no se han identificado con el robo de gasolina.

Los entrevistados, que solicitaron el anonimato, consideran que la ordeña a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha evolucionado a partir de este año, es por eso que ya no ha habido tantos incendios provocados por tomas clandestinas, al menos en los municipios que están más cercanos a Veracruz, de donde proviene el ducto de Pemex, como Esperanza, Palmar de Bravo, Quecholac y Tecamachalco.

De hecho, los incendios de este año originados por la ordeña han sido en Tepeaca, Acatzingo y San Martín Texmelucan.

Al final, todos estos municipios forman parte de la trayectoria que siguen los ductos de Pemex a lo largo de 131 kilómetros, inicia en el municipio de Esperanza, en el límite con Veracruz, y culmina en Santa Rita Tlahuapan, colindante con el estado de México.

En total son 22 municipios poblanos por los que atraviesa el poliducto que conecta la refinería de Minatitlán, Veracruz, con la Ciudad de México, y en todos sin excepción se han encontrado tomas clandestinas, según datos de Pemex que ofrece la plataforma digital de acceso a la información pública, Gobierno Fácil.

 De acuerdo con los horticultores, la actividad ilegal se ha convertido en un trabajo de campo que sirve para ganarse la vida y ha sido uno de los motores económicos de la región, pues se han creado redes de producción desde los que conectan la manguera, los que cuidan las cisternas, los que hacen las entregas de mayoreo y los menudistas.

A estos se suman los vendedores de plásticos que son de diferentes tamaños y formas, la comercialización de mangueras, embudos, alambres, y en general todas las herramientas que funcionan para extraer y repartir el popularmente llamado huachicol, como le denominaban los conductores de tráiler a la gasolina ilegal.

Las fuentes consultadas describieron a los huachicoleros como gente que hacía trabajo de campo, que antes de ser delincuentes ganaban en la cosecha entre 80 y 120 pesos por cada jornada laboral y ahora se ganan entre uno y tres pesos por cada litro de gasolina robada que vendan.

De acuerdo con los agricultores, la cadena de las bandas dedicadas a este delito inicia con los encargados de la extracción, luego los que reparten de madrugada los contenedores de mil litros del líquido, y a estos le siguen los que durante el día distribuyen en galones de 20, 20 o 50 litros.

Para los oriundos del lugar el vivir del huachicol se ha convertido en una forma de vida, es por eso que aseguran que “el día que paren esto, se va a volver un verdadero relajo porque tienen que buscarle. Eran agricultores ahí, pero ahora ya no. Y ahora hasta se defienden para seguirle”, como quedó grabado en entrevista para esta casa editorial.

http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2017/02/27/ahora-roban-gasolina-mangueras-conectan-ductos-cisternas/