Robo de combustible y agendas políticas

Por El Universal | Miércoles, Diciembre 7, 2016

De la Secretaría de Gobernación llegó a Los Pinos un grueso expediente sobre el robo de combustible en Puebla. La tarjeta informativa que acompaña al documento asegura que detrás de uno de los grupos relacionados con ese delito está Genaro García Luna, el otrora poderoso secretario de Seguridad Pública en el gobierno panista de Felipe Calderón. Pero añade una acusación muy seria, suponemos que documentada en la investigación: el dinero ilícitamente obtenido por la venta de combustible robado, es una poderosa herramienta para financiar agendas políticas particulares, entre otras la del matrimonio Calderón-Zavala.

¿Será?

El caso es que tarjeta y expediente, de acuerdo con fuentes consultadas en Los Pinos, llegaron al escritorio del jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán y que el propio secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ya le habría comentado brevemente al presidente Peña Nieto sobre su contenido, y recomendado exhibir ésta y otras informaciones relacionadas con el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.

Y no porque el mandatario poblano esté haciendo trabajo sucio a favor de la eventual candidatura presidencial panista de Margarita Zavala, sino, más bien, porque hace el propio para favorecer las suyas y de paso dañar las de su contrincante en el blanquiazul.

En la tarjeta de marras se informa que la investigación que presuntamente implica al matrimonio Calderón-Zavala y a Genaro García Luna empezó a partir de diversos testimonios y de un trabajo de inteligencia sobre Facundo Rosas, uno de los hombres de mayor confianza del ex titular de la hoy desaparecida Secretaría de Seguridad Pública federal. Rosas, quien ha acompañado a García Luna en diversas posiciones políticas, fue secretario de Seguridad Pública del gobernador Moreno Valle hasta el 28 de julio de 2015, cargo al que renunció después de que su jefe de la policía estatal, Marco Antonio Estrada López y su jefe de operaciones especiales, Tomás Mendoza Lazcano, fueran detenidos por sus vínculos con bandas de chupaductos que operan en el estado. La investigación federal que se abrió por ese caso no ha implicado directamente, hasta donde se sabe, a Rosas y a García Luna, pero los testimonios recabados en el expediente de la Segob sugieren que ambos estarían detrás de redes de cooptación con que se ha infiltrado a Pemex y que facilitan la extracción y distribución del combustible robado, mediante dádivas que convierten en cómplices a empresarios y hasta ciudadanos.

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