Los delegados federales no le cumplen al Presidente

DE PODER A PODER Por: María de los Ángeles García

LOGRAR UNA delegación federal como premio de consolación, luego de no alcanzar candidatura alguna a cualquier puesto de elección popular; por llegar de liderazgos de un partido o por haber participado en la campaña de algún aspirante, es el sueño de muchos políticos, sean del partido que sean. Así ha sucedido a priistas, panistas, perredistas, etc.

A SU LLEGADA a este puesto, tienen la obligación de apoyar con todo, no sólo a su gobernador (en caso de que sea del mismo partido), sino especialmente al presidente de la República si así lo fuera. Sin embargo, muchos delegados quizá no lo ven así, porque creen que todo se lo deben  a sus padrinos, (léase un diputado, un senador, un ejecutivo, un político, etc.) y por lo tanto  las directrices que reciben de sus superiores no son su prioridad y menos aún la difusión que deberían dar a programas y beneficios que realizan las secretarías en las que laboran y por ende también a las del propio Ejecutivo federal.

EN EL CASO concreto de Puebla, existe más de medio centenar de “ilustres delegados” cuyos nombres, trabajo y acciones gubernamentales son prácticamente desconocidos, pero eso sí, cobran muy bien y hacen sus propios negocios. ¿Y el gobierno federal que los impulsó?..¡Bien gracias! Esta realidad es tan evidente que la participación de ellos en las pasadas elecciones fue prácticamente nula y que la identificación y coqueteo de algunos con el gobierno de Rafael Moreno Valle y hasta con un apoyo debajo de la mesa son manifiestos.

ESTO HA LEVANTADO una ola de inconformidad entre los diputados federales priistas que así lo denunciaron ante el presidente de la República, Enrique Peña Nieto en una reciente reunión que sostuvieron, en la cual hicieron otros señalamientos puntuales sobre este tema. Además le pidieron que esto sea analizado y que quienes  no estén trabajando para “este lado” y se alquilan a otros intereses políticos, los que son ineficientes y no ayuden a dar una percepción positiva del gobierno federal ¡que se vayan!, pues no le sirven para nada.

EN ESTOS MOMENTOS  la coordinación de los delegados estatales en Puebla está en manos de Ana Isabel Allende Cano, delegada de la SEGOB. Sin embargo pocos le hacen caso cuando los convoca. Esta dependencia federal solo ha servido como un “premio” político, al que llegan sin tener el perfil requerido para un trabajo de esta envergadura. De ahí que suman ya cinco los representantes que ha tenido el gobierno federal en esta entidad con pésimos rendimientos. De ellos algunos han salido para ser candidatos a algún puesto de elección popular. Otros de plano se han ido a trabajar al gobierno panista y otros fueron borrados del mapa.

POR CIERTO, HAN sido constantes las visitas a Puebla de funcionarios de la oficina de Comunicación de la presidencia de la República, para conocer de viva voz de periodistas y dueños de medios de información, cómo está la difusión de las reformas del presidente de la República y de los programas y obras que ésta ejecuta a través de las delegaciones federales. Se sabe que han recibido respuestas puntuales sobre estos temas y la actuación de sus funcionarios, pero no se sabe en concreto si esto ha servido para remediar algo, pero por lo visto no ha servido de nada y tal parece que dichos encargados de la difusión del presidente Peña Nieto solo vienen a hacer turismo político.

LOS “ADELANTADOS” SURGEN COMO HONGOS DESPUÉS DE LA LLUVIA  

NO DEBEMOS sorprendernos que desde ahora y durante los próximos meses haya nuevos destapes, aparición de “adelantados” y  puesta en marcha de singulares estrategias políticas de parte de diversos actores de los partidos para lograr posicionamiento  con miras a una candidatura en el 2018.

EN ESTA SEMANA obtuvieron reflectores varios de ellos. Por el Partido Acción Nacional, el diputado federal Juan Pablo Piña Kurczyn, quien tomando como pretexto su primer informe como legislador, realizó en Teziutlán un evento en el que mostró músculo político, aunque no contó con la presencia de la mayoría de sus homólogos, tanto a nivel federal como local, ni de  panistas de cepa, o de El Yunque, quienes -se asegura- no lo ven como un azul convencido pese a que se ha autodenominado un “morenovallista” puro, pues su padre, el ex gobernador Mariano Piña Olaya, uno de los peores calificados en la historia reciente de Puebla, fue priista.

DADO A SUS excelentes relaciones en la actual administración de gobierno,  Juan Pablo ve la posibilidad de lograr la candidatura por el PAN a la gubernatura del estado, -dicen sus cercanos-  aunque aceptan que de no alcanzarla entonces podría intentar por la alcaldía de Puebla, o de “a perdida” la de senador, por aquello de que lo más importante en estos momentos es avanzar en su carrera política.

EN EL PRI LA LISTA CONTINÚA AUMENTANDO

EN EL PRI, en esta semana, da un paso adelante el presidente del ICADEP, Guillermo Deloya Cobián,(clon de Cuauhtémoc Blanco) utilizando uno de los instrumentos más importantes de las últimas elecciones: las redes sociales. Estrena en ellas promocionales sobre la “Puebla de mis Amores”,  cápsulas de tres minutos en las que habla de historias y leyendas de nuestra ciudad.

NO HAY mensaje político de por medio, pues no quiere arriesgarse a nada. Lo que pretende por el momento es que no lo olvide la ciudadanía en general que es aficionada a las redes. Ahora que en el plan estrictamente político, continúa siendo un crítico puntual del actuar de los integrantes de su propio partido, pues no pierde oportunidad en señalar a medios y a los propios priistas, que el “capital político” del que presumen muchos debe ser real para que no tenga problema para ser medible y cuantificable. Si esto se logra –comenta- será posible frenar a los  que siempre  chantajean al PRI con llevarse sus canicas a otro partido si no les cumplen promesas, o no les dan su rebanada del pastel. Sin duda  un planteamiento duro pero acertado.

OCHOA REZA EN DEFENSA DE LA MUJER POLÍTICA

UN FENÓMENO que dio mucho de qué hablar durante las pasadas elecciones, fue la violencia política de género que afectó a muchas mujeres a nivel nacional y Puebla no fue la excepción. Sólo hay que volver los ojos a los continuos ataques que tuvieron candidatas, como la independiente Ana Teresa Aranda, la joven aspirante del PRD Roxana Luna Porquillo y la priista Blanca Alcalá.

LAS DENUNCIAS que se presentaron ante las autoridades electorales durante todo el proceso fueron muestra fiel de lo que aquí sucedió y de las amenazas, injurias, desprestigio e intimidaciones que padecieron dichas candidatas y otras más al interior del estado. De ahí que la propuesta de Enrique Ochoa sobre la erradicación de la violencia, sea una prioridad para que la mujer pueda tener una participación respetuosa y digna en el proceso electoral del 2018.

AUNADO A ELLO dio una nueva directriz: la capacitación de mujeres que puedan participar en procesos  próximos en los que se dará prioridad a las que tengan un buen trabajo político y sean las mejor preparadas y talentosas. Por lo tanto, Puebla deberá estar a esa altura y tomar medidas para la preparación de nuevos cuadros femeninos, pues hasta estos momentos “la caballada está flaca”.

AUNQUE  el tricolor es el partido con el mayor número de féminas para escoger, por lo pronto no hay nombres nuevos en el panorama, aunque sí mujeres del interior del estado que están a la espera de ser reconocidas, ya que consideran podrían ganar “con las manos en la cintura” en sus lugares de origen.

SE DICE QUE de la lista de féminas priistas conocidas que están en el candelero político, podrían salir algunas candidatas, aunque varias de ellas, ya sea por edad o por ya estar muy vistas serían descartadas. Hasta donde se sabe, por ahora la lista “de posibles” mujeres exitosas es reducida para cubrir la paridad de género (50% hombres y 50% mujeres) para  las próximas elecciones, ya que varias de ellas han perdido no solo una sino varias veces. Es hora de que el CDE vaya siendo previsor y suba a los escenarios a nuevos rostros de priistas y de la sociedad civil que vendrían además a oxigenar a la política poblana.