Y Beltrones nunca tomó su fusil en Tepeaca [crónica]

Por 24 Horas | Domingo, Mayo 29, 2016

Aunque Manlio Fabio Beltrones dijo, en corto, a periodistas nacionales que lo peor que ha hecho Blanca Alcalá en la campaña fue no llamar por su nombre al gobernador Rafael Moreno Valle; él, en su última visita a Puebla, tras esa reunión, lo único que hizo fue mencionar tímidamente al mandatario estatal.

En 10 minutos de su discurso sólo una vez nombró al gobernador.

Le llamó por su nombre: “Rafael Moreno Valle”.

Sin embargo, su atrevimiento no fue más allá de eso. Los priistas reunidos ni se percataron de la mención.

 

Desde Tepeaca, en el cierre de campaña de Blanca Alcalá, Manlio Fabio se limitó a señalar que el gobernador –al que tanto le costó mencionar durante sus visitas anteriores– dejó en el olvido a Puebla.

No hubo crítica nueva.

Sólo se refería a él –a Rafael Moreno Valle– como “el gobierno que se tiene que ir, el que tenemos que sacar”.

 

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Cuando supieron de la visita –repentina– de su líder nacional, los priistas se entusiasmaron: “¡Vendrá a dar un discurso con el que pondrá en su lugar a Moreno Valle”, “¡hablará de la red de espionaje, de la deuda, de la corrupción!”, “¡pondrá el tema en todos los diarios!”, “¡traerá prensa nacional!”, exclamaron algunos.

Sin embargo, no hubo nada de eso. Con la presencia de Manlio Fabio no hubo ni prensa nacional ni temas de espionaje.

Apenas una crítica y una mención tibias hacia el gobernador.

Y a los tibios, como reza el dicho, hasta Dios los escupe.

Él, Manlio, se veía con el rostro serio, preocupado.

Sin embargo, ella, la candidata; ella, Blanca Alcalá, se mostró aguerrida, dura, motivada.

Tal vez fue lo que se dijo en la reunión que Manlio Fabio Beltrones tuvo con el equipo, previo al mitin, o quizá fue lo que él sabe y que no se atrevió a decirlo frente a su candidata, pero que fue tema clave en una comida con columnistas nacionales: “Que Puebla está perdida para el PRI”.

 

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No obstante, Beltrones Rivera garantizó la victoria a los miles de priistas y “acarreados” en el zócalo de Tepeaca: “Veo el triunfo de Blanca en la vuelta de la esquina. Que nadie tenga duda de que Puebla necesita una gobernadora”, lo que desató los aplausos y la esperanza de los cercanos a la candidata.

Después vino el “¡Viva Puebla!” y “¡que viva Blanca!”, con lo que terminó su participación y el acto proselitista.

Las duras críticas hacia el gobernador Moreno Valle que esperaban los priistas poblanos desde el inicio de la campaña nunca llegaron.

Porque Manlio nunca tomó su fusil.

 

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Melquiades, siempre Melquiades

Trato especial recibió el exgobernador priista Melquiades Morales, el último mandatario que el PRI puede mostrar en público sin obtener el repudio de los poblanos.

A diferencia de Mario Marín, que no fue nombrado ni en los agradecimientos que hizo Blanca Alcalá al inicio de su discurso, Melquiades Morales fue mencionado por el dirigente nacional y fue el primero en la lista de la candidata.

“Sabemos que usted estará con el priismo como cuando usted fue gobernador; un priismo que ha superado la división para un objetivo común”, reiteró Alcalá Ruíz; y agradeció el apoyo, la presencia del exmandatario: el último que el PRI puede nombrar en público.