Los gobernadores y la depredación del dinero público

Por Milenio | Miércoles, Mayo 4, 2016

Es posible que para “las buenas conciencias” resulte ofensivo llamar “ratones”, “ratas” o “rateros” a servidores que privilegian la depredación del dinero público.

Y como es tiempo de “mal humor social” —frase de moda—, preferimos que los lectores califiquen las siguientes perlas.

En Baja California, los 17 magistrados del Poder Judicial estatal se asignaron, en febrero, una pensión vitalicia de 130 mil pesos mensuales. Gozarán del beneficio al cumplir 70 años o 15 de servicio. En caso de fallecimiento, la pensión la heredarán la esposa, de por vida, y los hijos solteros menores de 25 años. ¿Ratas o rateros?

En Baja California Sur, senadores del PAN denunciaron —en octubre de 2015— irregularidades en la administración de la empresa paraestatal Exportadora de Sal SA de CV (ESSA). La corrupción habría costado al erario 50 mil millones de pesos. ¿Ratas o canguros?

En Chihuahua, el gobernador César Duarte fue investigado por la Unidad de Análisis Financiero de la PGR por supuestos depósitos millonarios —entre 2012 y 2014— a una sociedad financiera privada. En ese entonces, Jaime Herrera fungía como secretario de Hacienda estatal y resultó ser abogado y accionista de esa sociedad financiera.

En el Distrito Federal, en junio de 2015, los 66 integrantes salientes de la Asamblea Legislativa se aprobaron un bono de 150 mil pesos como finiquito.

¿Ratoncitos?

En marzo de 2014, Adán Soria, ex alcalde de Durango, fue detenido y acusado de fraude. Constructoras alegaron que solo les pagó 1.1 por ciento del total de 267 millones de pesos por la construcción de un puente de cuatro carriles. ¿Ratón o rata?

En Guanajuato, los 36 diputados locales aprobaron un incremento salarial a cuatro meses de iniciada la legislatura. Hoy el sueldo neto de los legisladores es de 110 mil 335 pesos al mes; al año se llevarán 2 millones de pesos. ¿Rateros?

En el Congreso de Jalisco, el responsable de las fotocopias tiene un salario de 29 mil pesos mensuales, sus auxiliares ganan 22 mil y 16 mil pesos, respectivamente. Cada una de las nueve edecanes ganan 28 mil pesos.

En enero pasado, el gobernador michoacano, Silvano Aureoles, firmó contratos de arrendamiento con empresas por el uso de tres helicópteros ejecutivos, por 17 millones de pesos.

En Morelos, el gobernador Graco Ramírez recibió en 2014 cerca de 100 millones para construir el Centro Cultural Juan Soriano —en Cuernavaca—; solo en papelería para la obra gastó 15 millones de pesos.

En Oaxaca, el gobernador Gabino Cué gastó 335 millones de pesos en la construcción de un nuevo estadio de futbol para los Alebrijes. El costo se disparó más de 70 por ciento y además —se sabe— 200 millones salieron del Fondo Regional que debía usarse en programas sociales.

En Puebla, el gobernador Rafael Moreno Valle gastó —en 2013, 2014 y 2015— cerca de 10 mil 693 millones 533 mil pesos en la creación del Museo Internacional Barroco, el tren turístico Puebla-Cholula y el estadio Cuauhtémoc. En contraste, en 2013 y 2014 se gastaron solo mil 500 millones de pesos en programas sociales.

En marzo de 2015, consejeros electorales de San Luis Potosí elevaron su salario 358 por ciento respecto a 2014. Rateros.

En Sinaloa, el juez de primera instancia de Mocorito fue consignado —en noviembre de 2011— por un fraude de mil 300 millones de pesos contra la CFE. En Veracruz, el presidente del OPLE, Alejandro Bonilla, aseguró que el árbitro electoral “vive al día”. No obstante, el 18 de abril publicó una licitación para adquirir 40 vehículos nuevos.

¿Ratones, ratas o rateros?

Al tiempo.