Trabajadores de VW deben ser rescatados, no la empresa, señalan

Por Sin Embargo | Lunes, Octubre 5, 2015

El escándalo de Volkswagen podría afectar seriamente al sector manufacturero mexicano que, posterior a la crisis de 2009, ha mostrado las cifras más estables y positivas, gracias a la industria automotriz. Sin embargo, especialistas recomiendan que el Gobierno federal tome ya cartas en el asunto, pues los primeros afectados serán los trabajadores y sus familias.

Desde 2013 y hasta el primer semestre de 2015, el valor de las exportaciones de la industria automotriz, fue tres veces el de las exportaciones de productos petroleros. También representó, de acuerdo con información de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), 3.7 veces los ingresos por remesas y 4.8 veces los ingresos por turismo.

El escándalo que enfrenta la automotriz alemana, de acuerdo con Eduardo Solís Sánchez, presidente de la AMIA, no afectará las inversiones, la producción ni las exportaciones de la industria automotriz del país.

Pero otros especialistas no piensan igual.

Las condiciones por las que atraviesa la empresa alemana sí son un riesgo para la industria y especialmente para los trabajadores, consideró Miguel Ángel Rendón Valdes, director general de Saldívar y Rendón Consultores SC. so.

El consultor agregó que el sector en general deberá continuar estable y con un crecimiento sostenido, ya que todo el escándalo repercutirá en la producción de Volkswagen y, en consecuencia, el resto de las automotrices podrían verse beneficiadas por el reparto en la demanda “derivada de la desconfianza, escepticismo y especulación de los consumidores”, que optarán por la compra de otras marcas.

En México, 11 estados concentran la operación de 11 plantas automotrices de ocho empresas armadoras de nivel internacional: Nissan, General Motors, Volkswagen, Toyota, Honda, Mazda, Ford Motor y Chrysler, de las que sobresalen en números las primeras tres.

Al respecto, Francisco Búrquez Valenzuela, Senador por el Partido Acción Nacional (PAN), consideró que gran parte de las posibles consecuencias serán un castigo del consumidor, pero también podría ser una oportunidad para que México reconsidere la dependencia que ha forjado en el sector automotriz.

En 2020 se estima una producción anual de 5 millones de unidades, un nivel de exportación cercano a los 4 millones de unidades, “muy por encima de los 2 millones que exportamos y 3 millones que fabricamos”, comentó en entrevista para SinEmbargo.

En el caso de Volkswagen, las consecuencias podrían recaer en Puebla, donde se fabrican tres de los cinco modelos en los que la automotriz alemana admitió haber manipulado un software para medir la emisión de gases contaminantes.

Actualmente, la entidad genera el 40 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) con la producción automotriz, y Volkswagen es la mayor empresa de Puebla. Incluso acaba de anunciar una inversión de 700 millones de dólares para el modelo Golf (uno de los implicados junto a Jetta y Beetle) y para Ciudad Audi.

Volkswagen es uno de los motores de crecimiento económico con las que cuenta la entidad poblana.

Según información publicada por El Huffington Post, aunque los empleados en México desconocían que el software estaba manipulado, es un hecho que aquí se armaron 40 mil unidades con ese sistema, entre 2009 y 2015.

Al respecto del caso de Puebla, Rendón Valdes consideró que de la afectación particular antes mencionada, se puede desencadenar la pérdida de empleos por un recorte en gastos fijos por parte de la empresa, lo que tiene consecuencias directas en los empleos, por lo que el gobierno tendría que generar una búsqueda para el reacomodo de la fuerza trabajadora en obra pública o empezar a negociar con otras empresas armadoras la contratación de ellos.

http://www.sinembargo.mx/05-10-2015/1506583