EPN no le cumplió a México, reclaman líderes

Por Sin Embargo | Miércoles, Septiembre 2, 2015

“Uno vive trabajando en el campo, pensando que haciendo tu trabajo te van a matar. Así es la vida en Ostula. Porque el que ya vive con una amenaza no sabe ni en qué momento lo van atacar: en el camino, en la calle o en el campo”, dice Nicolás Flores Legardo, presidente del Comisariado de Santa María de Ostula, municipio de Aquila, Michoacán.

Para Nicolás, un hombre de piel curtida y estragada por el sol, ser mexicano es ser pobre, trabajar la tierra sin apoyo gubernamental, ver a su comunidad con hambre y luchar en contra de los criminales de las bandas del crimen organizado que golpean su región. También contra los caciques y políticos de su pueblo.

Ser mexicano es vivir bajo amenaza de muerte, porque no es un campesino cualquiera: él levanta la voz, exige justicia, se enfrenta en contra de los militares que asesinaron al niño Hidelberto Reyes García el pasado 19 de julio y en contra a los extorsionadores que atacan a las familias de la comunidad.

En Ostula en los últimos tres años no hubo paz. La violencia se recrudeció y el acoso a la comunidad y la matanza de los líderes se incrementó gracias a que es un región rica en minerales, maderas preciosas y playas: el gobierno, las compañías y los criminales lo quieren todo, y en el camino está la población.

Pero Nicolás recuerda aún cuando los emisarios del Partido Revolucionario Institucional (PRI) fueron a Ostula a pedirle el voto a la población para el hoy Presidente de la República Enrique Peña Nieto.  nos mate”, dice.

–¿Para usted qué significa ser mexicano en estos tres últimos años?, se le pregunta.

–Ser mexicano en esta tierra tiene un valor significativo, lástima que los gobiernos le dan otro valor que no es para los mexicanos. Le dan el valor para su gente millonaria, el rico cada vez más rico y el pobre cada vez más pobre. Según el Presidente ha mandado apoyos, ese “Sin Hambre”, eso es mentira, la gente cada día tiene más hambre, contesta.

“AQUÍ NADIE SE SALVA: NI POETAS NI PERIODISTAS NI CAMPESINOS”

El 19 de julio pasado miembros del Ejército mexicano dispararon contra civiles en Ostula y dejaron como saldo un niño muerto y 18 heridos.

De acuerdo con el abogado de la comunidad Raymundo Ortiz los militares dispararon desde su vehículo en movimiento. Antes de asesinar al niño Hidelberto, robaron a los miembros de la policía comunitaria unos radios y a través de ellos amenazaban: “Ahí van Los Templarios, ahora sí chingaron a su madre”, dice.

Ostula fue el último caso de abuso conocido de los militares en contra de civiles durante la  administración de Enrique Peña Nieto.

Antes sucedieron Tlatlaya y Ayotzinapa. El primero cometido en contra de supuestos delincuentes ejecutados ya rendidos y el segundo, en contra de 43 estudiantes de la Escuela Rural Raúl Isidro Burgos (Ayotzinapa), donde los padres y abogados insisten en que el 27 Batallón de Infantería destacado en Iguala, Guerrero, participó en la desaparición forzada de los normalistas.

Para los expertos y activistas en derechos humanos la administración de Peña Nieto es la continuidad de la que emprendió el ex Presidente panista Felipe Calderón Hinojosa, pero ahora reforzada y más intensa.

Javier Sicilia Zardain, poeta, escritor y líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), explica que durante sus tres años, Peña Nieto acumuló una lista inmensa de desaparecidos, asesinados, extorsionados que heredó de la administración de Calderón y a la cual, no sólo no resolvió, sino agregó. gran fracaso del Estado o el éxito del Estado como una forma

Los avances que presume Peña Nieto y su gabinete son sólo decorativos, agrega. Hay una Ley de Víctimas “que nos sirve para nada” y una ausencia de justicia para los desaparecidos.

Sicilia Zardain dice: “Aquí nadie se salva: ni poetas ni periodistas ni escritores ni campesinos ni obreros. Todos somos parte del insumo criminal”.

El escritor detalla que no se tomó en serio la tragedia humanitaria. En México el crimen organizado hace lo sea y queda impune. El Estado hace lo suyo y también queda impune.

En los tres años de Gobierno de Enrique Peña Nieto además, se reformó la Constitución Mexicana para despojar a la nación de sus recursos, advierte.

Por eso en pueblos como Ostula son atractivos: “Es parte de la lógica criminal. El crimen amparado por los gobiernos generan zonas de terror, desplazados, desaparecidos y los territorios quedan vírgenes para que las reformas estructurales entren. El crimen organizado y la lógica depredadora del Estado, están generando tanto la criminalidad legal, como la ilegal”, dice.

El activista Julián LeBaron, quien vivió en carne propia la desaparición y asesinato de sus familiares en el norte del país, indica que los cambios a su gabinete que realizó recientemente Peña Nieto, son sólo de “contenido” y no de “proceso”.

Ser mexicano, explica, es pagar una fortuna en impuestos por seguridad y por las instituciones, a cambio de nada.

No existe un sistema de rendición de cuentas, explica, y los burócratas cobran sus cheques cada quincena, sin realizar su trabajo. El país para LeBaron es un “absoluto desastre” y los ciudadanos están obligados a seguir contribuyendo para ese desastre a través de sus impuestos.

“El mexicano trabaja para las instituciones: 30 por ciento de ISR [Impuesto Sobre la Renta], más 16 por ciento de IVA [Impuesto al Valor Agregado], más la inflación. Agrégale casetas de cobro, tenencias, seguro social. La realidad es que estamos totalmente esclavizados a personas que supuestamente están ahí para servirnos.

DERECHOS HUMANOS: EL GRAN FRACASO

El pasado 2 de julio el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) dio a conocer a través de un informe que en la ejecución extrajudicial de 12 personas rendidas en Tlatlaya, Estado de México el 30 de junio de 2014, la orden al Teniente de Infantería Ezequiel Rodríguez Martínez fue de “abatir delincuentes en horas de oscuridad”.

La información salió a la luz luego de que el Centro Prodh tuviera acceso a la Orden de Relevo y Designación de Mando dirigidas al Teniente de Infantería.

Tlatlaya es sin duda uno de los ejemplos claros de a crisis en derechos humanos que se vive en el país y que se agravó durante los últimos tres años.

José Miguel Vivanco, director para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW), dijo ese día que México está sumido en una “profunda crisis de derechos humanos” y casos como Tlatlaya y Ayotzinapa, deben generar investigaciones serias por parte del Gobierno federal alrededor de la participación del Ejército mexicano en ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y tortura.

http://www.sinembargo.mx/02-09-2015/1471099