Circunstancias en movimiento: la interna del PRI

Por El Sol de Puebla | Lunes, Agosto 31, 2015

Más o menos cuatro meses es el tiempo que tienen los aspirantes del PRI al gobierno del estado para convencer a su nuevo dirigente nacional, Manlio Fabio Beltrones, de recibir la bendición y el visto bueno que los convierta en candidatos a Casa Puebla.

A partir de la semana que hoy comienza, tres de esos suspirantes entrarán en una fase nueva por haber perdido su condición de diputados federales.

Ellos son Enrique Doger Guerrero, Javier López Zavala y Jesús Morales Flores (que también quiere competir en la sucesión de 2016).

En un periodo corto de tiempo, lo que resta del año, Doger, Zavala y 'Chucho' Morales deberán mostrarle al respetable por qué piensan que son, cada uno por separado, los perfiles ideales para recibir la nominación priista.

Doger Guerrero lleva un rato en la arena mediática, mostrándose en lo que mejor sabe hacer: enarbolando una estrategia de confrontación en contra de quien, en la elección constitucional, sería el más importante de sus rivales: el presidente municipal de Puebla José Antonio Gali Fayad.

Zavala había hecho muy poco en el terreno mediático. De hecho fue hasta ayer que con el pretexto de su tercer y último informe de labores como diputado federal ya empleó un discurso de aspirante a gobernador, lanzando arengas en contra de la administración estatal saliente.

Cuentan que Zavala recurre a la supervivencia de una buena parte de la estructura operativa que lo respaldó en 2010 para minimizar la falta de exposición mediática personal, lo que se confirma cuando, en público, reta a los demás tiradores priistas a demostrar su presencia en los municipios del interior del estado.

Incluso ha propuesto a la dirigencia tricolor utilizar la encuesta como herramienta de selección.

Habrá que ver si eso le alcanza.

De Jesús Morales se sabe que es hermano del exgobernador Melquiades Morales Flores, papá de Jesús Morales Rodríguez y exsecretario general de la Confederación Nacional Campesina. 

Nada más.

Si en verdad quiere competir, tiene un reto mucho más grande que los otros dos.

Estos tres aspirantes a Casa Puebla, que han dejado de ser diputados federales, tienen cuatro meses por delante para reforzar el trabajo que han realizado en la búsqueda de su objetivo.

Si esa labor de precampaña ha sido mucha, regular o poca, ya se sabrá, en función del sitio que ocupen al final de la interna o del cargo que reciban a cambio del desistimiento. 

Ahora, si la percepción jugara un rol decisivo en la definición del candidato priista para la contienda de 2016 tendríamos que esperar que solo Doger y la senadora Blanca Alcalá Ruiz llegaran a la recta final de la contienda interna.

Eso podría ser muy aventurado y por tanto incorrecto.

Aun con el exrector de la BUAP y expresidente municipal de Puebla echado para adelante, como si ya fuese precandidato único, y con la exalcaldesa punteando los estudios de opinión, falta ver qué sucede en los meses por venir.

Cuentan que la selección priista será compleja esta vez; que dada la celebración de dos elecciones consecutivas en tan solo dos años, la identidad del candidato no se resolverá nada más con el análisis de las encuestas. 

El proceso será más profundo que en 2013, por ejemplo, cuando el CEN tricolor optó por Enrique Agüera Ibáñez para pelear por el gobierno municipal de la capital del estado. 

Entonces hay que esperar.

Mientras, así como tres aspirantes podrían (solo podrían) quedarse sin los cargos públicos que hoy ostentan: Juan Carlos Lastiri, Juan Manuel Vega Rayet y Alberto Jiménez Merino, otros tres: Doger, Zavala y Morales, ya abandonaron San Lázaro.

Las circunstancias se mueven.

http://www.oem.com.mx/elsoldepuebla/notas/n3933492.htm