Quieren a Manlio Fabio en la dirigencia nacional del PRI

Por El Sol de Puebla | Lunes, Julio 27, 2015

Dos son los personajes poblanos que cruzan los dedos para que se cumplan las previsiones que realiza una buena parte de los analistas políticos de la capital del país en torno a la renovación de dirigente en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI. 

No es que estén interesados en la partida de César Camacho Quiroz, quien se incorporará al Congreso de la Unión a través de una diputación federal. Lo que en realidad les ocupa es el eventual arribo de Manlio Fabio Beltrones como su relevo.

Esos dos personajes son Ana Isabel Allende Cano y Enrique Doger Guerrero, quienes aprovecharon su circunstancia de compañeros de bancada del sonorense, en la Cámara de Diputados, para tejer una relación profesional e incluso personal que ha ido más allá del simple compañerismo.

Hasta antes de las elecciones federales del 7 de junio, en las que el tricolor consiguió 9 de las 16 diputaciones en disputa, Allende tenía pocas esperanzas de permanecer al frente de la dirigencia estatal del PRI. 

Aun cuando el resultado de esos comicios cambió su expectativa, la llegada de Beltrones al edificio de Insurgentes Norte, en la ciudad de México, le garantizaría continuar como presidenta del Comité Directivo Estatal del partido y liderar la campaña para gobernador del 2016, con todo lo que ello implica.

Junto con Ana Isabel, Adolfo Karam Beltrán, quien fuera director de la desaparecida Policía Judicial del Estado, y demás priistas que colaboran con ella tras bambalinas, andan sumamente entusiasmados con el manejo mediático que se le da al apellido Beltrones.

Cuando la diputada federal ocupó la oficina principal del PRI, en septiembre de 2014, se dedicó a repeler los señalamientos que la ligaban con el exgobernador Mario Marín de una manera clara y sencilla:

"No estoy aquí (en la dirigencia) por Marín; estoy por Manlio Fabio", cuentan que decía en corto.

Otro priista que se mantiene muy atento a los acontecimientos que rodean la sucesión de Camacho Quiroz en el CEN es Doger.

El exrector de la BUAP y expresidente municipal de Puebla es uno más de los poblanos que le han 'prendido veladoras' -como acuñó el columnista Fernando Maldonado hace unos días en E-consulta-al actual coordinador de los diputados federales del PRI.

Si el sonorense se hiciera de la dirigencia nacional priista, piensa Enrique Doger, aumentarían de manera considerable sus posibilidades para convertirse en candidato a minigobernador, justo como desea.

Doger sabe que hoy por hoy tiene frente a sí a dos rivales de peso dentro del PRI: a quien quiera que sea que vaya a representar los intereses de la Secretaría de Gobernación, de entre Juan Carlos Lastiri, Alejandro Armenta Mier y Juan Manuel Vega Rayet, y a la precandidata que en apariencia cuenta con todo el respaldo del senador Emilio Gamboa Patrón: ni más ni menos que Blanca Alcalá Ruiz.

Tener de su lado a un 'padrino' de nivel de dirigente nacional del PRI no solo le daría trato igualitario ante otros supuestos aspirantes 'apadrinados', sino que, quizá, lo pondría en ventaja sobre ellos.

Gracias a sus características personales, Enrique Doger ha conseguido en poco tiempo ponerse a la cabeza de la competencia priista por la candidatura a gobernador del 2016, pero ojo, por ahora solo en el terreno de la percepción mediática.

Requerirá mucho más que un discurso combativo y de confrontación para obtener la candidatura, para convencer a los que mandan en el tricolor de que puede ser su mejor carta.

Él lo sabe.

Y por eso cruza los dedos para que Manlio Fabio, presunto aliado, cruce la última barrera de Los Pinos para recibir el visto bueno.

http://www.oem.com.mx/elsoldepuebla/notas/n3893897.htm