A Lastiri no le interesa la minigubernatura, pero peleará la de 2018

Por El Sol de Puebla | Lunes, Julio 6, 2015

Una vez enterado del contenido de la reforma político-electoral que se presentaba en el Congreso del Estado el viernes, con la anuencia de todos los partidos, incluido el PRI, Juan Carlos Lastiri Quirós soltó un profundo respiro y una enorme sonrisa que evidenciaban la calma que se apoderaba de él.

El dato más relevante acerca de lo que ocurría en el Poder Legislativo fue justo el que quería escuchar: que el periodo de gobierno que le sucedería a Rafael Moreno Valle se quedaría como estaba hasta entonces: de un año con ocho meses.

Esto hizo que Lastiri Quirós se auto descartara para contender en la elección de gobernador de 2016 y que recibiera mayor tiempo, justo el que cree necesitar, para seguir en la ruta de la precampaña. Con más tiempo a su disposición, trataría de convertirse en el mejor evaluado de los aspirantes priistas para pelear por la siguiente administración de seis años: la de 2018.

Así era la expectativa que traía trazada en agenda el subsecretario de la Secretaría de Desarrollo Social.

Si el Congreso (en los hechos el gobernador Moreno Valle) hubiese optado por la ampliación de la minigubernatura, Lastiri habría tenido que acelerar los motores y navegar contra corriente frente a precandidatos mejor posicionados que él.

Eso ya no pasó, para su suerte, lo que significa que dispondrá de tres años más para intentar fortalecerse.

Ahora, que descartara participar en los comicios de 2016, como ayer dijo, no significa que vaya a estar ausente de ellos.

Juan Carlos Lastiri trae entre ojos una estrategia personal con mira de largo alcance.

Respaldado por sus contactos en la Secretaría de Gobernación federal, ha decidido impulsar a un par de aliados para competir en la sucesión de Moreno Valle.

Ya metió a los dos en la olla mediática.

El primero fue Alejandro Armenta Mier y el segundo Juan Manuel Vega Rayet.

Si de ellos saliera el candidato del PRI en 2016 y luego, el que resultase electo, le ganara en las urnas al candidato del morenovallismo, el plan estaría garantizando, al menos en teoría, el respaldo de la estructura de gobierno en su favor.

Por eso no le crea del todo cuando afirma que no meterá las manos en la sucesión que se avecina.

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La asistencia de la senadora Blanca Alcalá Ruiz y el diputado federal Enrique Doger Guerrero a la fiesta de cumpleaños del ex gobernador Mario Marín el viernes en un rancho de Atlixco, contrastada con la ausencia, precisamente, de Lastiri, Armenta y Vega Rayet, dejó la impresión de que al interior del PRI se ha conformado un par de bloques de cara a las próximas dos elecciones de gobernador.

Por un lado, Doger Guerrero y Alcalá Ruiz, en ese orden, estarían tramando una alianza que los lleve a resultar vencedores en las nominaciones priistas de 2016 y 2018, cobijados por lo que queda de la estructura del marinismo, que por estas fechas, y gracias a la elección federal del 7 de junio, ha recuperado un entusiasmo inusitado.

Por otro, en la misma línea, Armenta y Vega Rayet habrían aceptado entrarle al proyecto de Lastiri, en el entendido de que una vez que cualquiera de ellos fuera favorecido en el 2016, el siguiente al que habría que apoyar sería el subsecretario.

No fue casual que unas horas después de que se hiciera pública la celebración de Marín en Atlixco, Armenta Mier, diputado federal electo, exhortara al PRI a no embriagarse con los recientes resultados electorales.

La sugerencia, muy razonable por cierto, pareció ir dirigida a ese priismo que ahora festeja en torno de Marín.

Lastiri, Armenta y Vega mandaron un mensaje con su inasistencia al cumpleaños 61 de su otrora jefe político, lo mismo que Alcalá y Doger con su presencia.

Los demás tiradores priistas, si es que los hay, comienzan a desdibujarse.

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El gobernador Rafael Moreno Valle celebró su cumpleaños número 47 el sábado en Casa Puebla.

El mandatario estuvo acompañado por más de media centena de sus principales colaboradores, quienes le festejaron en una cena informal que se prolongó por varias horas.

Cuentan que la reunión se destacó por la inexistencia de protocolos, la camaradería mostrada entre los asistentes y la interpretación de las mañanitas en voces de su esposa, Martha Erika Alonso de Moreno Valle, y el presidente municipal de Puebla, José Antonio Gali Fayad.
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