García Almaguer intentó bloquear a Corral el acceso a medios poblanos
Por La Jornada de Oriente | Viernes, Julio 3, 2015
Una primera muestra de bloqueo, de encono, de los morenovallistas hacia el senador Javier Corral Jurado lo protagonizó Marcelo García Almaguer, en su calidad de vocero nacional del PAN, a quien previo a su visita a la capital poblana le negó el directorio de los medios de comunicación locales y al parecer evitó que las dos principales empresas televisoras difundieran las actividades que este jueves realizó el aspirante a ser candidato a la presidencia del albiazul.
Trascendió que uno de los encargados de prensa de Javier Corral se comunicó con Marcelo García Almaguer y le pidió que le proporcionara el directorio de medios de comunicación de Puebla, a lo cual el vocero del albiazul se justificó que no lo podía hacer, que debía consultarlo y pedir autorización.
De nada sirvió que le expusieran a Almaguer que el uso que se daría a la información era para una actividad partidista de un destacado miembro del PAN y que únicamente estaría dirigido a militantes del albiazul.
Ante la negativa de Almaguer, quien no ocultaba –de acuerdo con lo que se cuenta en el equipo de Corral– su disgusto de que la petición viniera de la contraparte de Ricardo Anaya, quien es el aspirante oficialista a la dirigencia nacional panista, el enviado del senador acabó su petición, con la frase, palabras más, palabras menos: “Mejor, yo contento de denunciar que me lo negaste (el directorio de medios)”.
Por esa razón la gente de Corral tuvo que recurrir a panistas de Puebla para hacer improvisadas invitaciones a las actividades del senador, logrando una satisfactoria respuesta del grueso de medios de comunicación locales, menos en el caso de las dos principales televisoras, de que las se ignora si la accidentada convocatoria a los eventos impidió que les llegara la información de la visita o alguien “movió la cuna” desde el área de Comunicación Social del CEN del PAN para evitar su presencia.
Más allá de la anécdota del desaguisado con Marcelo García Almaguer, lo que es importante tener presente es que la gira de Javier Corral tuvo un alto significado político, ya que ha sido en Puebla donde ha iniciado su labor proselitista como una manera de exhibir que la reunión que el pasado 15 de junio realizó Rafael Moreno Valle Rosas con un grupo de legisladores y gobernadores electos, a lo que se ha denominado el Pacto de Casa Puebla, en realidad fue un encuentro cupular para acordar cómo imponer a Ricardo Anaya en la presidencia nacional del PAN, en relevo de Gustavo Madero Muñoz.
Al mismo tiempo el uso del lema “la rebelión de las bases” le ha servido para exhibir que la verdadera pugna hacia el interior del PAN es entre los panistas tradicionales, que buscan reencausar al partido a sus principios doctrinales, y los neopanistas que son dominados por una cúpula tecnócrata y pragmática, que es encabezada por ex priistas como Moreno Valle o como el senador Javier Lozano Alarcón.
Y en el fondo de esta pelea Corral ha dejado en claro que muchos panistas no están de acuerdo en tener un candidato presidencial en un personaje como es Moreno Valle, a quien tildó de ser un represor de críticos sociales.
El discurso y el comportamiento de Javier Corral, quien ha sido un panista que se ha destacado por tener un pensamiento progresista dentro de partido de la derecha, podría llevar a que la contienda que se avecina por la disputa de la presidencia del PAN se convierta en una lucha que polarice a esta fuerza política de la siguiente manera:
Entre el bloque de los panistas tradicionales y los tecnócratas, entre los que tienen militancia y los que llegaron al PAN luego de dejar el PRI, entre los que todavía creen en la doctrina albiazul y los que buscan el poder a como dé lugar.
Si Corral logra que esa pugna se desate en el PAN, seguramente la contienda, desde ahora, planteará un ríspido debate sobre si al partido le conviene a un ex priista represor como aspirante a la presidencia de la República. Y si vale la pena correr el riesgo de que le quite a los panistas el control del PAN nacional, tal como lo hizo en Puebla.