Expertos exigen piso parejo para elegir al sucesor de Madero en el PAN

Por Sin Embargo | Miércoles, Julio 1, 2015

El gran reto del Partido Acción Nacional (PAN) de cara a su próxima elección de dirigente nacional será transparentar el proceso, hacerlo democrático, y vencer una serie de inequidades que benefician tanto al grupo en el poder en turno como a su abanderado, consideraron especialistas consultados por SinEmbargo.

Los expertos consideraron que la coyuntura también genera un reto adicional a la presente contienda interna panista que deberá mandar tanto a militantes como a ciudadanos en general, un mensaje de transparencia y de certidumbre, para evitar que se rompa la delgada línea de unidad en el partido, tan importante para los siguientes procesos electorales rumbo a la elección presidencial del 2018.

“El partido tiene el gran reto, con la Comisión Nacional Organizadora, tienen el reto de dar certeza al interior pero también al exterior del partido, incluso a los medios de comunicación, de que la contienda va a ser equitativa para –aparentemente– dos candidatos”, aseveró Felipe de la O López, coordinador del Centro de Estudios de Opinión Pública de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En momentos en que el PAN busca a su presidente nacional número 25, se desató una serie de críticas por la presunta imparcialidad de varios integrantes del órgano interno que funcionará como árbitro del proceso para renovar a la dirigencia. Algunos han tratado de minimizar los señalamientos denostando a quien los ha formulado, criticó el Senador Javier Corral Jurado, quien aspira a presidir el partido para el periodo 2015-2018.

Sin embargo, los expertos señalaron que los problemas del PAN van más allá de los señalamientos de un solo personaje en contra del dirigente nacional Gustavo Madero Muñoz y del que es considerado como su delfín, el Diputado Ricardo Anaya Cortés.

En el blanquiazul se libra una lucha por el poder desde varios meses atrás y hoy se vive una serie de reacomodos en las diferentes expresiones internas, con miras a la elección presidencial del 2018.

“Es una alianza de grupos, no es solamente Madero, es una alianza de grupos que hoy están aliados con él, pero que en algún momento cambiarán de bando en cuanto haya otro grupo dominante”, explicó Gustavo López Montiel, profesor de Ciencia Política en el Departamento de Derecho y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México.

El especialista mencionó que esta lucha por el poder ha sido costosa para el PAN en la medida en que en medio de las pugnas, muchos panistas históricos dejaron su militancia por sentirse excluidos o marginados de la toma de decisiones o de los puestos de poder.

“Lo que hizo [Madero] fue purgar a todos los grupos que se mantenían en torno a los gobiernos de Vicente Fox y de Felipe Calderón, y en ese sentido tampoco tuvieron la perspectiva para construir espacios de poder que les permitieran competir contra ese grupo”, explicó Gustavo López Montiel.

LOS PROCESOS PANISTAS

Los procesos electorales panistas son exitosos en la medida en que los candidatos perdedores reconocen su derrota y con ello se evita generar divisiones o fracturas internas innecesarias, como sí ocurre en otros partidos políticos, por ejemplo el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Así ocurrió el pasado 18 de mayo de 2014 cuando el Senador Ernesto Cordero Arroyo, quien contaba con el apoyo del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, perdió la contienda interna contra Gustavo Madero.

Sin embargo, este proceso de elección de todos los militantes panistas es relativamente nuevo. Cabe recordar que esto se logró con la reforma a los estatutos del partido en 2013.

El coordinador del Centro de Estudios de Opinión Pública identificó tres momentos importantes en la elección del dirigente nacional panista en los últimos 15 años.

El primero fue antes del año 2000, cuando el presidente nacional era elegido a través de consejeros nacionales, “es decir, un restringido número de personalidades que representaban los intereses de los panistas de clara tendencia histórica”, explicó.

El segundo momento se observa a partir de que el PAN gana la Presidencia de la República, cuando se detecta una clara intención del Presidente en turno, ya fuera Vicente Fox Quezada o Felipe Calderón Hinojosa, de influir en el nombramiento del presidente nacional e incluso en el de los consejeros nacionales.

El tercer momento es la ya mencionada reforma estatutaria del 2013, cuando se logró que los militantes votaran de forma libre a su próximo dirigente nacional.

FACULTADES DEL PRESIDENTE NACIONAL DEL PAN

El Presidente del Comité Ejecutivo Nacional, lo es también de la Asamblea Nacional, del Consejo Nacional y la Comisión Permanente Nacional.

Los estatutos panistas le confieren las atribuciones de ser enlace y coordinador del Comité Ejecutivo Nacional con los comités estatales, municipales y delegaciones; debe mantener y fomentar relaciones con los poderes federales y estatales, así como con las organizaciones cívicas o sociales, principalmente con las que sean afines al PAN.

El presidente del PAN puede realizar las acciones que juzgue convenientes para el partido en casos urgentes y cuando no sea posible convocar al órgano respectivo “bajo su más estricta responsabilidad”.

Tiene la facultad de proponer a la Comisión Permanente la designación o remoción de los secretarios del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) por las razones que considere pertinentes.

Puede proponer los programas de actividades de Acción Nacional así como reformas a los reglamentos del Partido.

Entre otras facultades puede contratar, designar o remover libremente a los mandatarios para pleitos y cobranzas, funcionarios administrativos y empleados del CEN, y asesores y personal auxiliar que considere necesario para realizar las actividades del partido.

http://www.sinembargo.mx/01-07-2015/1397770