Cárdenas podría reclamar propiedad y dejar sin sede al PRD poblano

Por La Jornada de Oriente | Viernes, Noviembre 28, 2014

Ahora que el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano ha dejado las filas del partido que fundó hace 25 años, el PRD poblano ha entrado en una situación de riesgo, ya que podría perder la propiedad que es la sede de este instituto político desde hace 22 años.

Y es que el único inmueble que tiene en posición el PRD en el estado es la casa marcada con el 409 de la calle 13 oriente, en la colonia El Carmen, de la ciudad de Puebla, la cual es su sede estatal y tiene la peculiaridad de que está a nombre de Cuauhtémoc Cárdenas.

Si el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal y fundador del principal partido de izquierda de México un día decide tomar posesión de dicho inmueble, nada se lo impide, ya que las escrituras de esa casa están a nombre del también ex gobernador de Michoacán y creador de la histórica Corriente Crítica del PRI.

De las siete u ocho dirigencias que el PRD poblano ha tenido en su historia –entre las direcciones formales y provisionales– ninguna se preocupó por regularizar la propiedad en cuestión, y nada se hizo para que el partido buscara que el inmueble pasara a ser suyo.

Solamente se pensó en hacer el cambio de propietario cuando era presidente del PRD poblano Miguel Ángel de la Rosa, y el partido debía varios años de tarifas de agua potable e impuesto predial, por lo que se estimó que era necesario regularizar esa condición para evitar que surgiera alguna orden de embargo en contra de Cárdenas. Al final se pagaron parte de los adeudos y no se hizo ningún otro movimiento.

La historia de la sede perredista es un capítulo oprobioso en la vida del sol azteca, pues el origen del inmueble fue el siguiente:

Durante los periodos de los rectores de la UAP Luis Rivera Terrazas, Alfonso Vélez Pliego y Samuel Malpica Uribe, la universidad prestó un inmueble de la 17 oriente, también en la zona de El Carmen, para que ahí primero residiera el Partido Comunista Mexicano, luego el Partido Socialista Unificado de México y finalmente el PRD en su primera etapa de vida. Actualmente en ese lugar se encuentra el Bufete Jurídico de dicha institución de educación superior.

A principios de los años 90, en un extraño acuerdo que suscribieron dirigentes locales del PRD con el entonces gobernador Mariano Piña Olaya, se decidió la compra de una sede para el partido. El dinero salió de las arcas del Poder Ejecutivo estatal.

Para disimular que la casa de la 13 Oriente no se compró con una dádiva del priista Piña Olaya, se dijo que el PRD tenía recursos que le habían sobrado del último proceso electoral y que con ese dinero se aportó entre 40 y 50 por ciento del valor del inmueble.

Algunos testigos de esa época dicen que eso fue mentira. El dinero en su totalidad salió de la Secretaría de Finanzas del gobierno piñaolayista.

En esa época el PRD enfrentaba una fuerte confrontación de corrientes internas que impedían que hubiera una dirigencia estable, institucional y aceptada por la mayoría de las facciones.

Por esa razón desde el Comité Ejecutivo Nacional del PRD se dio la orden de aceptar la “ayuda” del gobierno de Piña Olaya, pero con la condición de que el inmueble quedara a nombre de Cuauhtémoc Cárdenas, como una manera de evitar que fuera objeto de disputas entre las diferentes agrupaciones perredistas.

Si ya era grave que se aceptara dinero de un gobierno priista, era todavía más vergonzoso que los fondos vinieran de Piña Olaya, cuando a lo largo de su gobierno ocurrieron unos 40 asesinatos de militantes perredistas, principalmente de La Mixteca poblana.

Tal vez el gobierno de Piña no estuvo involucrado ni como autor intelectual o material de dichos homicidios, pero sí contribuyó a que la mayoría de estos crímenes quedaran impunes, ya que la Procuraduría General de Justicia dejó sin aclarar casi todos los homicidios.

Con las simples palabras –repetidas hasta el cansancio por funcionarios del gobierno estatal y algunos periodistas oficialistas– de que los asesinatos fueron producto “de las divisiones del PRD” se quería aliviar el dolor e indignación que provocaron esas muertes, o mejor dicho se dio carpetazo a las investigaciones.

En realidad la mayoría de los perredistas fueron ultimados por su lucha contra cacicazgos regionales, todos ejercidos por priistas y protegidos desde el entonces Poder Ejecutivo.

Un factor decisivo que impidió encarcelar a los culpables de esa larga lista de homicidios es que el PRD de ese entonces hizo una defensa timorata de la falta de avance en las investigaciones y esa situación se pudo deber como consecuencia del dinero que salió desde las arcas del gobierno estatal a favor de varios grupos del partido.

http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2014/11/28/el-prd-poblano-podria-quedarse-sin-su-sede-estatal/