La diputada perredista Socorro Quezada justifica espionaje estatal

La diputada perredista Socorro Quezada Tiempo, integrante de la comisión de Seguridad Pública en el Congreso local justificó la existencia de aparatos de espionaje estatal argumentando que la falta de regulación en la materia deja abierta la puerta para la vigilancia a ciudadanos, aunque dijo que no tiene información específica sobre el caso del estado de Puebla.

Se trata, dijo, de una práctica añeja que se realiza en todos los órdenes de gobierno y de todas las entidades federativas.

Las declaraciones de la perredista se producen luego de que el titular de la columna Al Portador diera a conocer que el espionaje en Puebla, que lo mismo alcanza a enemigos, amigos, empresarios, políticos y periodistas, está a cargo de “Héctor Arrona, quien llegó a operar el Centro de Análisis Prospectivo, por recomendación de Jorge Tello Peón, considerado el Gutiérrez Barrios del sector privado”.

“Arrona reporta directamente a la Secretaría General de Gobierno, aunque Tello dejó desde hace un par de años de asesorar a Moreno Valle por choque de intereses, pues optó por seguir al servicio del Grupo Monterrey”.

“En la SGG hay celo porque influye más el trabajo de quienes realizan contraespionaje que el espionaje.

“La segunda vertiente, el contraespionaje, se encuentra muy ligada al proyecto presidencial 2018. La inteligencia se extiende a estados claves en votación, como Distrito Federal, Estado de México, Veracruz, Jalisco, Nuevo León y, por supuesto, Puebla.

Esta actividad, sostiene Mondragón “se encomendó a Joaquín Arenal, viejo espía del sistema, ex delegado del CISEN en Puebla, quien se ligó al morenovallismo de la mano del primer secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas Fosado”.

Al respecto, la perredista sostuvo “no tengo información al respecto en términos tangibles y reales, lo que sí sé, y como lo he sabido toda mi vida, es que todos los gobiernos, tanto local como federal y todas las entidades federativas tienen su forma de allegarse, es una situación anormal, anómala que no está regulada por ninguna ley y que finalmente forma parte de las cuestiones no legisladas, es lamentable que siempre ha existido la sospecha de que los gobiernos utilizan este tipo de prácticas para hacerse allegar información de manera ilegal”.

Y concluyó: “evidentemente, lo que no está prohibido está permitido.

@earoche