RMV deja atrás Chalchihuapan y retoma camino presidencial

Por Status | Miércoles, Octubre 1, 2014

Una vez que en la lógica morenovallista la peor parte de la crisis provocada por el caso Chalchihuapan ha pasado, se ha dado la orden de retomar la operación encaminada posicionar mediática y políticamente el proyecto presidencial.

Estas acciones —que se convirtieron en la prioridad única del grupo en el poder— tuvieron que ser suspendidas de forma temporal mientras el aparato propagandístico oficial, público y privado armaban todo un tinglado para sostener la mentira oficial sobre las causas de la muerte de José Luis Tehuatlie Tamayo a manos de policías estatales y se pervertían las instituciones del estado para encubrir al verdadero asesino.

Ahora, se llevan a cabo nuevamente con inusitada fuerza.

Ejemplo de lo anterior fue la orden —disfrazada de recomendación— hecha por el gobernador Moreno Valle a su partido, el PAN, para utilizar sus supuestos logros, carisma y buena imagen como un activo político a vender rumbo al proceso electoral federal del 2015.

La medida tiene dos intenciones claras, adentro y afuera del partido.

La primera tiene que ver con mandar el mensaje a sus correligionarios en el sentido de que de que a pesar del caso Chalchihuapan y sus potenciales consecuencias a futuro, no está liquidado y debe de ser considerado como la carta fuerte del blanquiazul rumbo a la presidencial del 2018, con todo y el reciente destape de Gustavo Madero.

Que las madrizas mediáticas con repercusiones a nivel nacional e internacional no lo debilitaron, que lo hicieron más fuerte, que le dieron publicidad gratis y que unos meses, muy pocos, aprovechando la desmemoria nacional, la muerte de un niño indígena a manos del gobierno poblano será una mancha mínima, prácticamente invisible en un currículum que creen y venden como inmaculado.

Y que al contrario, aprovechando que se ha hecho del control de las instancias más importantes y de mayor peso político en el PAN, tiene una ventaja importante con respecto al resto de los tiradores que pudieran aspirar a la nominación.

Pero más allá del partido, el mensaje tiene otros destinatarios.

El gobierno federal y el presidente Peña, por ejemplo.

Y es que, si por aquello de las malditas dudas el proyecto presidencial tiene que esperar mejores tiempos, será necesario encarecer desde ahora la negociación con los futuros adversarios políticos.

Hoy, todo parece indicar que, en lo que al proceso sucesorio en Los Pinos se refiere, el gobernador poblano preferirá llegar a acuerdos antes que enfrentar.

Conocedor de las reglas no escritas, pero todavía vigentes de la forma de hacer política al estilo priista, Moreno Valle sabe que meterle ruido a la facultad del tlatoani de designar “al que sigue” puede tener consecuencias fatales para su futuro político.

Por eso, tendría que sentarse a la mesa con argumentos de peso.

El más importante: sacrificarse siendo el mejor posicionado y con mayores posibilidades de convertirse en el candidato del principal partido de oposición a vencer dentro de poco más de tres años y medio.

¿A cambio de qué?

De un sinnúmero de cosas: inmunidad, impunidad y ¿por qué no? quedarse con el control político de Puebla por un rato más y así poder seguir financiando por más tiempo el famoso “proyecto”, para cuando tenga que ser.