Allende, sólo un discurso plagado de críticas y buenas intenciones

Por El Sol de Puebla | Lunes, Septiembre 22, 2014

Ana Isabel Allende no defraudó en su discurso de toma de protesta como presidenta del Comité Directivo Estatal del PRI.

Frente a unos cuatro mil asistentes reunidos en el Auditorio del Complejo Cultural Universitario, la diputada federal resaltó la importancia de alcanzar la unidad partidista, la necesidad de cerrar filas ante las contiendas electorales que se avecinan y, como elemento fundamental, subrayó la encomienda de caminar hacia la renovación del partido, mezclando la fuerza de los jóvenes con la experiencia de quienes ya no lo son tanto.

En el pináculo de su mensaje hizo aquello que las circunstancias políticas le obligaban a hacer.

Asumió su papel de pugilista, adoptó el rol opositor que ocupa su partido y le lanzó críticas puntuales a la administración estatal y al PAN.

Por eso es que no defraudó con sus palabras.

Al menos en el comienzo, lo hizo mejor, mucho mejor que Juan Carlos Lastiri, Fernando Morales y Pablo Fernández del Campo, los primeros tres presidentes en la era del PRI como partido de oposición.

Ahora bien, lo que hay que preguntar es cuánto le durará al tricolor esta aparente beligerancia y si le rendirá los frutos deseados.

En el pasado reciente, los priistas de Puebla han esperado mucho más del Comité Ejecutivo Nacional y de la Presidencia de la República de lo que han recibido.

Un caso concreto de esta expectativa incumplida lo representa Enrique Agüera Ibáñez, quien como candidato a la presidencia municipal de Puebla en 2013 esperaba, casi, casi, que el presidente Enrique Peña Nieto viniera a hacer campaña en su lugar.

Puede parecer una exageración, pero no lo es.

Eso pretendía el ex rector de la BUAP.

Tremenda sorpresa padeció Agüera cuando comprendió, ya muy pero muy tarde, que no habría varita mágica que operara en su favor.

Allende podría sufrir del mismo problema.

Pero no nada más ella, sino todos los militantes del tricolor que esperen la mano salvadora, el poderío político y económico del CEN de su partido y de Los Pinos o la Secretaría de Gobernación.

El de Ana Isabel fue un discurso plagado de buenas intenciones.

Bien.

Sin embargo, por desgracia de ella y los suyos, no bastará con eso para ir a las batallas electorales y alzarse con la victoria.

La nueva presidenta del PRI, de 31 años de edad, requerirá de muchas más herramientas que el sonar de los tambores de guerra para concretar sus compromisos.

El tiempo dirá si era la persona correcta para encabezar los esfuerzos de su partido encaminados hacia la obtención de una meta que parece inalcanzable: recuperar la gubernatura del estado en 2016.

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Sentimientos encontrados generó una frase pronunciada por César Camacho Quiroz relacionada con la elección de diputados federales que se realizará el próximo año en el estado.

Desde el Complejo Cultural Universitario, el dirigente nacional del PRI manifestó que este partido no negociará ninguna candidatura ni los resultados de los comicios de 2015 en Puebla.

Por supuesto, los tricolores presentes en el inmueble de la BUAP pensaron de inmediato en el gobernador Rafael Moreno Valle y el PAN, en que, si no habrá negociación de ninguna clase, no la habrá con el gobernador.

Justo después de eso llegaron los sentimientos encontrados.

Unos, los más aguerridos, se llenaron de júbilo, festejaron con gritos y porras el sonar de los tambores de guerra.

Entre dientes susurraron los anhelos de venganza y hasta se vieron viviendo otra vez del presupuesto público a partir del 2016.

Pero otros, más cautos y quizá también más objetivos, se quedaron pasmados.

Si no habrá acuerdos para ir a una competencia más o menos pactada, se dijeron para sí mismos, entonces habrá que irse preparando para presenciar una nueva y contundente derrota electoral.

¿Usted qué cree?

¿Cuál de los pronósticos será el más acertado?

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Al margen del acto oficial y los discursos de los dirigentes, el cónclave priista celebrado ayer domingo en el edificio universitario llamó la atención por tres hechos anecdóticos.

El primero de ellos fue la reaparición pública del ex secretario de Salud del gobierno marinista.

Alfredo Arango García acudió a desayunar al restaurante Casa de los Muñecos a la misma hora que se desarrollaba el acto tricolor. No participó en la unción de Allende, pero nadie pensó que su presencia en ese sitio, con algunos de sus familiares, obedeciera a una mera casualidad.

"Tengo la cara limpia", fue lo único que contestó al tratar de ser entrevistado por los reporteros.

El segundo tuvo a Mario Marín como personaje central.

Por primera vez, el ex gobernador admitió la posibilidad de contender por una diputación federal.

"¿Buscará una diputación federal?", le preguntó un periodista.

"No lo sabemos todavía", respondió.

"¿Cómo lo veremos en el 2015?", le cuestionaron.

"Muy activo", subrayó.

"Pero, ¿no descarta la posibilidad (de ir como abanderado)?", le insistieron.

"No", contestó, con un tono de sinceridad.

¿Qué le parece?

Y el tercero fue la asistencia de Enrique Agüera.

El ex rector evitó las entrevistas.

"Te saludo pero no te voy a contestar ninguna pregunta", le advirtió al reportero Marco Aurelio Mirón.

No obstante, con su sola presencia volvió a alimentar los rumores que lo ubican, igual que a Marín, como aspirante a una diputación federal.

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Y mientras los priistas apenas comienzan a organizar su dirigencia, en el lado del morenovallismo y el PAN ya le preparan el camino a sus eventuales candidatos a diputados federales.

Ayer, el regidor Ángel Trauwitz Echeguren encabezó una jornada municipal de limpieza en la unidad habitacional La Margarita.

Eso significa que el ex secretario de Turismo será abanderado por el distrito 12.

Pero no es el único que ha comenzado a convivir con su eventual electorado.

Días atrás hizo lo propio otro regidor (este de 31 años, una joven promesa dentro del gobierno municipal): Xavier Albizuri Morett, pero en colonias del distrito 6.

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