Madero y Mancera contagiados por la fiebre de campañas

Por El Universal | Miércoles, Agosto 20, 2014

No, no nos referimos al temible ébola. Tampoco al contagioso dengue y menos al mortal cólera. En realidad nos referimos a un contagio muy peculiar, que sólo aparece en tiempos electorales pero que es visible por todos lados.

Y es que apenas terminó la etapa de las reformas y tanto políticos como gobernantes de todos los partidos se contagiaron del terrible mal. Por eso, a 10 meses de las elecciones intermedias, todos hacen campaña, todos usan recursos, dinero y cargos públicos para promover sus causas. Y claro, ponen su mejor cara para agradar al respetable, al ciudadano, el mismo al que durante meses de gestión ignoraron y hasta despreciaron.

Así, la fiebre contagiosa e incurable de ver y hacer todo a través de la lente de las elecciones intermedias ataca lo mismo a Enrique Peña Nieto que al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera; al “hombre campaña electoral”, conocido por todos como Andrés Manuel López Obrador y… hasta al más modesto aspirante a regidor, en el municipio más pequeño del país. Hoy, el nombre del juego es “campaña electoral”.

Y sólo basta ver las crónicas periodísticas de las giras presidenciales para comprobar que si bien Peña Nieto era un presidente en campaña permanente, hoy es la campaña lo que distingue su activismo. Llega a los actos masivos y se placea, se deja querer, saluda con la diestra en todo lo alto, lanza besos, simula abrazos, posa para una selfie aquí y otra selfie allá; se sube a las vallas, estira los brazos para tocar decenas, cientos de manos, para sonreír a todo el que lo mira.

Peña Nieto está en campaña y presume como suyas las reformas que ideó el PRD, que capitalizó el PAN y que saborea el Presidente. Y si aún tienen dudas de que está en campaña, basta prender la televisión hoy, esta mañana, en el programa Hoy, de Televisa, en donde los conductores de la barra lo entrevistaron en segmentos que se transmitirán toda la semana. ¿Y por qué está en campaña el Presidente? Porque en la renovación de la Cámara de Diputados —como lo dijimos ayer aquí— los electores votarán o no por el PRI, a partir de la caprichosa percepción sobre la gestión de Peña Nieto.

También está en campaña el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, quien junto con su “equipo pensante” ideó una causa grande y a modo: el incremento al salario mínimo. Y sin duda que Mancera tiene razón; el salario mínimo está lejos de responder a las necesidades de los trabajadores. Sin embargo, las huellas de campaña electorera y populista de esa propuesta aparecen por todos lados. Y si bien las masas electoras podrán comprar la propuesta, la realidad la condena al fracaso.

Con la misma bandera, pero desde el extremo derecho, también está en campaña el presidente del PAN, Gustavo Madero, quien igual que Mancera se dice preocupado por el salario mínimo. Sólo que el jefe de los azules propuso una consulta popular para elevar el salario mínimo. El problema es que Madero no sólo peca de “copión”, sino de incongruente. Y es que la propuesta del salario mínimo es de Mancera y, en rigor, se trata de una iniciativa de tal populismo, que siempre fue rechazada y censurada por el PAN. Pero Madero no ve ni escucha, porque está en campaña.

Pero la pregunta está en otro lado. ¿Por qué Mancera y Madero enarbolan la zanahoria del salario mínimo? Elemental, porque las reformas aprobadas en los primeros dos años del gobierno de Peña Nieto, le quitaron las banderas a casi todos los grupos políticos opositores; sean de derecha, sean de izquierda.

Aun así, el PRD de Los Chuchos, también se ha contagiado de la campaña electoral y tiene lista una ofensiva para impulsar la consulta popular para tirar la reforma energética. Los amarillos saben que su propuesta es mentirosa, tramposa e “intransitable” pero la enarbolan porque las reformas les robaron las banderas. Al PRD le pasó lo que a la señora que vende naranjas. Vendió todas el primer día y el segundo… ¡ya no tenía que vender!

También sigue en campaña —desde hace casi quince años— el señor López Obrador, quien visita pueblos, comunidades, rancherías con un discurso de odio y mentiras contra Rosario Robles. Pero se cuida de no tocar el tema del petróleo y menos de la ley de Telecomunicaciones. ¿Por qué? Porque a cambio del acta de nacimiento de Morena, prometió cerrar el pico.

Están en campaña Ricardo Monreal, Margarita Arellanes… todos los candidatos a puestos en 2015. Es la fiebre contagiosa e incurable de la campaña con dinero y puestos públicos. Al tiempo.