Pasivos de Pemex y CFE ya son deuda de Estado: Hacienda

Por Excélsior | Martes, Julio 29, 2014

El subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, Miguel Messmacher, aclaró a los diputados federales del PRI y el Partido Verde que la propuesta de que los pasivos de Pemex y CFE los asuma la Federación como deuda pública no pone en riesgo las finanzas del país, pues se trata de un traslado contable, ya que esos pasivos ya son deuda del Estado.

Durante una reunión privada con los diputados coordinados por Manlio Fabio Beltrones (PRI) y Arturo Escobar (PVEM), Messmacher precisó que será hasta 2016 cuando se concrete dicho traslado contable.

Ayer por la mañana los diputados federales del PRI y el Partido Verde se reunieron también  con Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, quien les dijo que este movimiento contable será a partir del acuerdo con los sindicatos petrolero y electricista.

Messmacher también les explicó que con esta reforma, tanto Pemex como la CFE ejercerán su presupuesto directamente sin autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Les dijo que la Reforma Energética elevará paulatinamente los ingresos de todos los estados del país, al menos en seis por ciento, y desmintió al PRD, que advirtió pérdidas para entidades federativas.

Sepultan riesgos por pasivo laboral

Messmacher asegura a los diputados que las finanzas no peligran.

El subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, Miguel Messmacher, aclaró a los diputados federales del PRI y el Partido Verde que la propuesta de que los pasivos de Pemex y CFE los asuma la Federación como deuda pública no pone en riesgo las finanzas del país, pues se trata de un traslado contable, ya que esos pasivos ya son deuda del Estado.

Durante una reunión privada con los diputados coordinados por Manlio Fabio Beltrones y Arturo Escobar, Messmacher precisó que será hasta 2016 cuando se concrete ese traslado contable, pues la decisión dependerá de los integrantes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana y del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, que tendrán un año para discutir la reestructura de su sistema de pensiones.

Ayer por la mañana, los diputados federales del PRI y el Partido Verde se reunieron con Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía; Miguel Messmacher, subsecretario de Ingresos; así como con los subsecretarios de Hidrocarburos, Lourdes Melgar, y de Electricidad, Emiliano Hernández Ochoa, quienes explicaron los detalles de todo el paquete de la Reforma Energética y disiparon las dudas de los diputados federales, quienes preguntaron el fracking y los pasivos de Pemex, principalmente.

Interrogados sobre los temas abordados en esta reunión, Manlio Fabio Beltrones, líder de los diputados federales del PRI; Arturo Escobar, coordinador de los diputados del Partido Verde, junto con Tomás Torres Mercado, uno de los responsables del proceso legislativo de la Reforma Energética, explicaron que Miguel Messmacher dejó en claro que el traslado contable de los pasivos de Pemex y CFE como deuda pública no afectará las finanzas del país, porque ya ahora están consideradas como deuda del Estado, dado que ambas empresas son públicas.

Pedro Joaquín Coldwell les comentó que el movimiento contable será a partir del acuerdo de los sindicatos; Miguel Messmacher anticipó que es probable que el traslado contable se concrete en 2016, pero en efecto, dependerá de las negociaciones sindicales.

El subsecretario de Ingresos les explicó a los legisladores federales que las disposiciones aplicables en materia de presupuesto y deuda se establecen en la ley de cada una de las nuevas empresas productivas del Estado, que es la nueva figura jurídica que sustenta a Pemex y a la CFE, que dejan de ser paraestatales.

Precisó que ambas empresas sólo deberán cumplir con un techo de endeudamiento y un techo de servicios personales; cuando la Secretaría de Hacienda mande para la aprobación de la Cámara de Diputados su propuesta de balance financiero, deberá reportar la propuesta original de la empresa.

También explicó que con la reforma, tanto Pemex como la CFE ejercerán su presupuesto directamente sin autorización de Hacienda; contarán con un régimen especial en materia de remuneraciones y contarán con la libertad para determinar las formas, montos y los mercados en que quieran realizar sus operaciones de deuda, sujeto a coordinación con el gobierno federal en igualdad de condiciones.

Momentos después, desde la tribuna de la Cámara, Tomás Torres recordó que al ser parte del Estado, los pasivos de Pemex y CFE son deuda del Estado, como lo son los pasivos del IMSS, del ISSSTE, de la UNAM o de cualquier otra universidad.

En tanto, el perredista Miguel Alonso Raya aceptó que los pasivos ya son deuda del Estado mexicano, pero criticó que al reconocerla como tal se avalan pensiones de 70 mil a 80 mil pesos que tienen algunos extrabajadores de la petrolera.

Prevén mejorar ingresos de los estados petroleros

La Reforma Energética elevará paulatinamente los ingresos de todos las entidades, al menos en 6%, con una nueva fórmula base que para los estados y municipios ricos en hidrocarburos implicará un aumento de cuatro mil millones a seis mil 300 millones de pesos, aclaró ayer el subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, Miguel Messmacher.

Durante una reunión que sostuvo con los diputados del PRI y el Partido Verde, a invitación del líder priista Manlio Fabio Beltrones, el subsecretario de Ingresos desmintió a los diputados del PRD, quienes la semana pasada advirtieron que la Reforma Energética generará pérdidas hasta por 23 mil millones de pesos.

Messmacher explicó que para los casos de los estados energéticos, como Veracruz, Campeche y Tabasco, que reciben el Fondo de Extracción de Hidrocarburos se propuso un aumento de alrededor de 30% en el monto total de este Fondo, que se traduce en mil 150 millones de pesos más.

Pero en el dictamen se propone un aumento adicional en el coeficiente que llegará a 0.8%; con este aumento, el tamaño total del Fondo aumenta en 60%; es decir, dos mil 300 millones de pesos, explicó el funcionario de Hacienda.

Así, puso como ejemplo que con el factor actual, de 0.5% de los ingresos petroleros totales, estos estados se distribuyen cuatro mil millones de pesos; con la fórmula original propuesta por el Ejecutivo federal, con el factor 0.65%, iban a recibir cinco mil 150 millones de pesos, pero con la propuesta del dictamen aprobado en comisiones, que tiene el factor 0.80%, estos estados van a distribuirse seis mil 300 millones de pesos.

De acuerdo con los diputados consultados, Messmacher les explicó que actualmente, los ingresos petroleros participables con todos los estados es el 85.31%, pero sólo es 73% como porcentaje del total de ingresos petroleros, pero con la reforma la base para determinar los ingresos participables se integrará de regalías, producción o utilidad compartida y el pago del ISR petrolero, lo cual implica que el participable será a 79% sobre el total de ingresos petroleros.

La semana pasada, Excélsior reveló que los gobernadores del PRD ya están en el cabildeo para obtener más recursos para sus estados, producto de la nueva dinámica petrolera; Arturo Núñez, de Tabasco, promueve un trato más justo para estados como el suyo, que es altamente productor de petróleo, pero recibe poco de presupuesto producto de esa riqueza energética.

Ayer, Miguel Messmacher explicó a los diputados que el Fondo realizará los cálculos y los pagos a los contratistas y la transferencia de recursos para que los ingresos petroleros sean de 4.7% del PIB; administrará el ahorro de largo plazo y cuando el ahorro de largo plazo supere 3% del PIB, recomendará a la Cámara los montos a los destinos establecidos en la Constitución.

Camarillo enciende ira de la izquierda

Habló durante casi 15 minutos, pero bastaron las 300 palabras que pronunció para calentar el ambiente previo a la tradicional protesta de la izquierda de subir a la tribuna para colocar mantas gigantes.

Sonriente, el panista Rubén Camarillo, quien junto con Juan Bueno son los autores principales de la Reforma Energética construida con el gobierno de Enrique Peña Nieto, lanzó cinco “falsos” para desmentir desde tribuna a la izquierda, que traza un escenario catastrofista con las nuevas leyes energéticas.

“No hay sustento técnico y menos racional, porque es sólo la postura de estar en contra de todo y en favor de nada. No hay propuestas, sólo descalificaciones. Si ésa es la postura que satisface a la izquierda, pues que se lo coman”, lanzó y el pleno de San Lázaro se dividió entre las risas del Partido Acción Nacional (PAN) y los gritos de “Pinocho”, “mentiroso”, “apátrida” y “achichincle”, que le lanzaron desde sus curules los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano.

“Aunque les duela…, aunque les duela…, aunque les duela les decimos con la frente en alto, que el PAN dice sí a la Reforma Energética. No a la oposición intransigente que está en contra de todo y en favor de nada”, lanzó como colofón y la sonrisa de su rostro contagió a su bancada que, de pie, celebró el discurso de este extrabajador de Petróleos Mexicanos (Pemex), que fijó la posición oficial del albiazul en el proceso de aprobación de la Ley de Hidrocarburos.

Luego fue el verdeecologista Tomás Torres Mercado, quien provocó la reacción de la izquierda con su discurso, con el cual aclaró que no existe el llamado nuevo Fobaproa, porque el Estado asuma los pasivos laborales de Pemex como deuda pública, porque ya lo es.

Inconforme, desde su curul, el perredista Miguel Alonso Raya le preguntó si estaba de acuerdo con que ese reconocimiento de pasivos implicaba que todos los mexicanos pagarán pensiones de 70 mil a 80 mil pesos que tienen algunos petroleros; Torres Mercado le respondió que lo fundamental es aclarar que esa deuda y ese pago ya es asumido por el Estado y que esta decisión permitirá elevar el nivel de competencia de Pemex y Comisión Federal de Electricidad (CFE).

La izquierda ya estaba tocada. Luego fue el turno de Juan Bueno, el otro panista coautor de la reforma, y abrió fuego al advertir que “no acepto el calificativo de traidor. Apoyar una reforma no es traicionar. Tenemos visiones distintas, por eso estamos en partidos diferentes, y no acepto que me digan traidor”, en clara referencia al discurso que acabada de pronunciar Alfonso Durazo, de Movimiento Ciudadano, quien llamó “satanistas, traidores y vendepatrias” a quienes apoyan la reforma.

Ya habían escuchado los discursos de Marco Antonio Bernal, presidente de la Comisión de Energía, del priista Javier Treviño Cantú y habían acudido nueve veces a tribuna, con voces como la de Silvano Aureoles, coordinador de los perredistas, quien calificó de “modelo depredador” a esta reforma.

Llegó entonces el momento de votar en lo general. La izquierda, que había estado lejos de su imagen de impedir la sesión del pleno cuando se tratan temas con los cuales no está de acuerdo, recordó su ADN y sacó cartulinas y fotografías del general Lázaro Cárdenas, con una frase de su discurso cuando decretó la expropiación petrolera en 1938, cada una, que colocó en diferentes puntos de la tribuna, incluso una de ellas la puso justo en el lugar de José González Morfín, presidente de la Cámara de Diputados, quien jamás se levantó de su asiento y debió observar cómo colocaban la imagen del expresidente de la República delante de él.

También la izquierda sacó una manta gigante con tres siluetas; la primera con la marca Exxon; la de en medio con Chevrón y la tercera con Shell, tres de las principales firmas internacionales de petrolíferos; “ni los veo, ni los oigo, sólo vendo”, era la frase en la manta gigante.

La presencia de la izquierda en la tribuna, sin embargo, no generó mayor problema. En ningún momento tomaron los lugares de los integrantes de la Mesa Directiva y en ningún momento se detuvo la sesión. La votación concluyó y el pleno se encaminó a un debate que no terminaba hasta el cierre de esta edición.