El Poder Legislativo, el chivo expiatorio del morenovallismo

Por Intolerancia | Martes, Julio 22, 2014

Al morenovallismo ya nada le sale. Las estrategias para limpiar la imagen ensangrentada del gobernador Rafael Moreno Valle una vez más fracasaron.

1. La embestida del domingo para inculpar a los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan de la muerte del niño de 13 años.

2. El desprestigio en redes sociales y medios aliados de los líderes del movimiento social, que pedían el regreso del servicio del Registro Civil a sus comunidades.

3. Manipulación de los hechos del pasado 9 de julio y la publicación en medios aliados, conocidos como TRIpack.

Fracasaron rotundamente porque no pudieron evitar que la indignación en redes sociales aumentara y que las protestas arreciaran. Desde Nueva York, un grupo de poblanos condenó la violenta represión morenovallista. Otro golpe a la desgastada imagen del Señor de los Cerros.

Ante este nuevo escenario —un morenovallismo acorralado y desprestigiado por la sociedad—, el Poder Ejecutivo recurre a sus fieles servidores: los diputados locales.

En esta ocasión serán los chivos expiatorios de la muerte de José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo. Se les ordenó abrogar la #leyBala, que, por mayoría de votos, ellos mismos aprobaron.

Ese es el premio a su servilismo, a su desinterés por el debate legislativo, a su falta de análisis de las iniciativas de ley, a sus prisas por aprobar las leyes y, sobre todo, a su miedo por contradecir al Poder Ejecutivo.

Hoy los legisladores tendrán que enterrar la #leyBala, quitarle toda la sangre con la que fue manchada y crear una nueva, que respete los protocolos internacionales y los derechos humanos de los manifestantes.

¿Por qué ahora sí les preocupan esos temas?

¿Cuál era la prisa por aprobar, con parches, la #leyBala?

Ahí están los resultados de legislar en fast track.

Cómo olvidar el pasado 12 de mayo, cuando el gobernador Rafael Moreno Valle envió la “ley Bala”, donde se ocultó a la opinión pública la iniciativa.

El 15 de mayo, una versión de la iniciativa apareció en la página del Congreso.

El 19 de mayo los diputados aprobaron la polémica ley, sin discusión de fondo. Con 32 votos a favor y cinco en contra, en fast track, en sólo en dos horas.

La aprobación desató la presión social, tanto en medios de comunicación como en redes sociales. Al grado de que el 20 de mayo de 2014 el periódico español El País criticó severamente a “ley Bala” poblana. “Un Estado mexicano admite que la policía use armas de fuego en las protestas”.

Ante las críticas, el Congreso local, sin sesionar, modificó la “ley Bala”, y modificó el dictamen en el sitio de Internet del Congreso.

La publicación de la ley en el Diario Oficial data —según el boletín oficial— del lunes 19 de mayo. Pero el archivo digital remite a otra fecha: el 21 de mayo del 2014 a las 9:13 horas.

Es decir, el mismo día en que en el Congreso se aprobó la ley.

Con premura se aprobó —sin discusión— y publicó la ley en el Diario Oficial, en un mismo día.

Apenas 72 horas después de la ley aprobada y publicada en el Diario Oficial de la Federación, siguiendo la narrativa gubernamental, el Congreso subió a su página web la ley aprobada, como se desprende de las propiedades del documento PDF con la fecha de creación “21/05/2014” y la hora de creación del documento “2:32:25 pm”.

Hoy tendrá que ser abrogada por los mismos diputados que la aprobaron.

Sin duda, la presión social es doble para el Poder Ejecutivo.

Y el Ejecutivo utilizó de chivo expiatorio al Legislativo.

La pregunta es: ¿La creciente presión e indignación social se conformarán?

¿La abrogación de la #leyBala o el desgaste continuarán?